De enfermos y ambulancia

La vida en las comunidades mayas es relativamente tranquila para aquellos que no han convivido muy de cerca con sus habitantes.

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La vida en las comunidades mayas es relativamente tranquila para aquellos que no han convivido muy de cerca con sus habitantes. La mayor parte de los hombres van al campo, las mujeres están dedicadas al quehacer del hogar y a alguna que otra actividad que les reditúa algo de dinero, y los niños van a la escuela. Es un ritmo de vida al que se han acostumbrado. Algunos jóvenes se han desprendido del seno familiar y han emigrado a las ciudades por nuevas oportunidades.

Sin embargo, no todo es tranquilidad cuando de salud se trata. Una caravana de salud está de visita una vez al mes en cada una de las comunidades, pero sólo atienden enfermedades que son fácilmente tratables, más eso no garantiza que tengan siempre los medicamentos indispensables para el tratamiento. Siempre hay escasez, principalmente en tiempos de campañas políticas. La mayoría de las comunidades en el Estado cuenta con instalaciones habilitadas como centros de salud, pero un gran porcentaje de éstos no tienen un doctor fijo, por lo cual no operan regularmente y es muy común encontrar estos centros cerrados. Otros centros de salud son atendidos por personas que han sido capacitadas como enfermeros. Los fines de semana no hay servicio médico.

Algunas familias mayas viven sus propias desgracias por cuestiones de salud. Cuando algún miembro de una familia sufre un accidente, o tiene una complicación por enfermedad o embarazo, salir de sus  pueblos es complicado, y mayormente representa un gasto oneroso para la economía familiar.

Hablando de la zona netamente maya del municipio de Tulum, siete comunidades conforman el circuito, y es en Chan Chen 1, donde se encuentra una ambulancia para traslados, ya sea al hospital de Valladolid o al de Playa del Carmen, según se requiera. 

El traslado tiene un costo, a pesar de ser la unidad propiedad del gobierno municipal de Tulum. Quinientos pesos tienen que ser pagados previo al viaje. El chofer alega que es para la gasolina. Quienes no viven en Chan Chen 1, aparte tienen que ver la manera de trasladar al enfermo hasta esa localidad. Si bien el costo para alguien de las ciudades no es mucho, para algunas familias mayas sí lo es. Muchas veces, dependiendo de la complicación, el enfermo tiene que esperar y soportar sus dolencias hasta que se consiga el dinero para transportación y alimentación; otras veces, hasta que alguien con auto propio pase y les haga el favor de trasladarlos. Sin embargo, familiares de delegados o allegados a la clase política gobernante no pagan por el servicio de ambulancia.

Enfermarse en las comunidades mayas es un lujo, y todos lo saben. Me pregunto si el cobro de los quinientos pesos por el traslado del enfermo en la ambulancia es del conocimiento de las autoridades de Tulum; y si, además, es legal. Si no, sería interesante conocer quiénes son los beneficiados de este pequeño negocio.

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