Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- El municipio de Bacalar es considerado punto rojo en analfabetismo, porque de cada 100 personas, 10 no saben leer ni escribir, por lo que autoridades del Instituto Estatal para la Educación de los Jóvenes y Adultos (Ieea) están estrechando lazos interinstitucionales para abatir ese rezago.

Candy Raygoza Alcocer, directora general de dicho instituto dio a conocer que el 10.2% de la población bacalarense se encuentra en fase de analfabetismo.

Dijo que a nivel estatal 40 mil 615 ciudadanos quintanarroenses no saben leer y escribir; 300 mil 541 de 15 años y más no concluyeron su educación básica; 91 mil 382 no cuentan con educación primaria y secundaria y 168 mil 454 no han concluido su educación secundaria.

Afirmó que el reto para este año, es que 772 ciudadanos aprendan a leer y escribir en todo el estado, que mil 181 concluyan su educación primaria y dos mil 682 concluyan su educación secundaria. Aseguró que están a punto de conseguir ese propósito, en el caso de educación primaria.

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Informó que actualmente se encuentran inscritas a este sistema de enseñanza 11 mil quintanarroenses, de los cuales, 70% son mujeres y 40% restante son hombres.

Indicó que se considera que una persona sale del rezago educativo cuando obtiene su certificado, que lo acredita con los conocimientos y habilidades propias de ese grado de aprendizaje.

Luvidina Gutiérrez Soto, coordinadora del Instituto Estatal para la Educación de los Adultos en el municipio de Bacalar, señaló que en el municipio de Bacalar cuentan con 65 asesores comunitarios que atienden a un total de 388 adultos de los cuales 107 están aprendiendo a leer y escribir.

El Ieea instaló una mesa interinstitucional con representantes del sector público y privado del municipio de Bacalar, para emprender acciones encaminadas a abatir el rezago educativo que existe en la geografía municipal.

El Instituto tiene entre sus objetivos fomentar la formación para la vida y el trabajo, propiciando que jóvenes y adultos sin educación básica, incrementen sus capacidades y oportunidades, mediante competencias que contribuyan a la construcción de una sociedad más justa y equitativa, reduciendo el rezago educativo.