Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sometió a consulta pública el proyecto del hotel “Color Bacalar”, que se pretende realizar a orillas de la laguna, con una inversión de nueve millones de dólares, en una superficie de 885 metros cuadrados.

Lo anterior, como parte del procedimiento de autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), solicitada por la empresa promovente denominada Caribe Inmobiliaria y Desarrolladora S.A. de C. V., ante la Semarnat.

El predio donde se pretende construir el hotel tiene vista hacia el cenote “Esmeralda”, mismo que cuenta actualmente con una construcción que será adecuada a la nueva edificación. Para solicitar la autorización respectiva ante la dependencia federal, la empresa interesada se basó en el Programa de Ordenamiento Ecológico de la Región Laguna de Bacalar del año 2005.

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En ese documento, que data de hace 13 años, ubica ese predio en la UGA Ah-1, que tiene Política de Aprovechamiento, un uso predominante de Centro de Población, y tiene como uso compatible el Turismo Hotelero Intensivo.

Actualmente, el predio cuenta con una plataforma de concreto de 49 metros, muelle de concreto de 22 metros y otro de madera de 10 metros, además de un cuarto de encierro de lancha, todo esto dentro del cuerpo lagunar, según se explica en el proyecto, el cual plantea que será un centro de hospedaje de entre cuatro y cinco estrellas.

Eliu Omar Koyoc Pech, integrante de la AC Plantar, no descartó que los representantes de las diferentes organizaciones civiles de Bacalar, realicen observaciones a dicho proyecto, para que sean tomadas en cuenta por la autoridad federal.

Indicó que a raíz del desarrollo turístico que ha tenido Bacalar, se establecieron varias organizaciones civiles y ambientalistas, con el propósito de vigilar la aplicación de la ley en materia ambiental y que no se pongan en riesgo los recursos naturales que rodean el ecosistema lagunar.

Destacó que las agrupaciones ambientalistas no tienen el propósito de frenar las inversiones y el desarrollo turístico de Bacalar, pero sí de vigilar que las autoridades cumplan cabalmente con la observación relacionada con la preservación y cuidado del medio ambiente.