Stephani Blanco/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Una de las prácticas comunes en el destino turístico es alimentar a los cocodrilos, en algunos casos para tener un acercamiento con la especie; sin embargo esta afecta a su comportamiento.

El alimentar a la especie sólo ocasiona que identifiquen al humano con la comida y aunque esto no afecta tanto en el organismo de los cocodrilos,  si cambia el comportamiento y lleva a que se den accidentes, mencionó Gonzalo Merediz Alonso, director de la asociación Amigos de Sian ka’an, que desde hace más de 25 años llevan estudiando el reptil.

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“La realidad es que los cocodrilos no están tratando de cazar al humano sino que al darles de comer estos identifican que el humano trae comida y por ello se dan los acercamientos que en ocasiones terminan  como un accidente, principalmente en Cancún ya que en las Áreas Naturales Protegidas es más difícil”, agregó.

En la asociación llevan varios años evaluando a la población en Sian Ka ‘an y en los últimos monitorios detectaron que está creciendo el número de ejemplares que llegan a la edad adulta.

La población en la parte norte es de 700 individuos en promedio y hace 20 años, sólo 10% eran individuos adultos, un porcentaje que va a la alza y que en los próximos meses será dado a conocer por la asociación.

“Esto nos lleva a que las hipótesis que se tenían hace años sean concluidas y es que al estar sanos estos crecen y llegan a la edad adulta, lo cual estamos encontrando e incluso me topé con un reptil que hace años media un metro y ahora que se volvió a capturar ya era de dos metros ”, mencionó Merediz Alonso.

Hace 10 años amigos de Sian Ka’an realizó un estudio de cocodrilos  en la laguna Nichupté, en Cancún y eran 120 individuos los que se contabilizaron y ahora prevén que sean más, aunque por parte de la asociación ya no se han hecho evaluaciones.

En Quintan Roo son dos los tipos de especie que se tienen identificados que son el  Moreletii y Acutus, el cual se ubica en áreas saladas y en banco chinchorro.