Eva Murillo/SIPSE
CANCÚN, Quintana Roo.- La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en la ciudad, reconoció que el año pasado 424 negocios, socios de la cámara, cerraron sus puertas, pero no todos salieron de la actividad económica, pues continúan funcionando pero en la informalidad.

Rafael Ortega, presidente de la Canaco, abundó que del total de comercios cerrados, al menos unos 200 establecimientos que ofrecían diversos servicios, operan de manera clandestina para las autoridades recaudadoras de impuestos.

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“Si antes funcionaba como estética, ahora siguen haciendo esa actividad pero dentro de su casa, si eran una panadería, continúan fabricando pan, pero salen a venderlo en vehículos por toda la ciudad; al menos 50% de esos 424 negocios que eran formales, ahora son informales”, dijo.

La informalidad no sólo son los tianguis, hay actividad comercial en los domicilios de muchas personas que de esta manera se ahorran el pago de renta y permisos municipales, detalló.

La cifra de negocios que bajaron las cortinas en 2017 es mayor al de 2016, cuando 394 comercios dejaron de funcionar. El año pasado, dijo Rafael Ortega, según los reportes que tiene Canaco, al menos 25% de las empresas que cerraron lo hicieron por no poder solventar gastos como el pago de impuestos y permisos de las autoridades.

Las zonas donde es más notorio el cierre de negocios, explicó, se encuentra en las avenidas Leona Vicario, Puerto Juárez (Talleres) y Niños Héroes.

La incapacidad para poder competir con los grandes almacenes o supermercados (y no se descarta que la inseguridad) fueron también motivo para el cierre de los comercios, sobre todo en el giro de venta de abarrotes.

Rafael Ortega indicó que los empresarios han tenido que invertir en hacer más seguros sus negocios, pues hay quienes ha instalado cámaras de seguridad o han enrejado sus puertas y ventanas.

“Dependiendo del tamaño del local, la inversión en poner rejas va desde de los 10 mil pesos a los 35 mil pesos, pero lo importante es trabajar seguros”, comentó.

Finalmente, reconoció que la inseguridad aumentó, pero al mismo tiempo, las autoridades incrementaron el número de elementos y vehículos para la vigilancia y patrullaje de la ciudad.