Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Un grupo de al menos tres personas que viajaban con una mochila al hombro, se detuvieron para lavar sus ropas a orillas de la laguna para lo cual utilizaron detergente, lo que causó preocupación entre ambientalistas.

Omar Eliu Koyoc Pech, secretario de la Asociación Civil “Bacalar Consciente” señaló que la falta de actuación de las autoridades ecológicas en sus tres niveles está ocasionando que las personas utilicen la laguna de los Siete Colores como letrina o lavadero, entre otros excesos, lo que resulta lamentable por las condiciones de contaminación que presenta.

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Sugirió la instalación de avisos de advertencia y mayor vigilancia policíaca para garantizar que se respete porque todos los días y de diferente manera el cuerpo lagunar sufre de contaminación sin que las autoridades reaccionen.

Indicó que como representantes de asociaciones ambientalistas realizan esfuerzos y acciones constantes, pero resulta imprescindible que las autoridades se involucren para hacer un frente más amplio que permita que la laguna siga siendo depósito de desechos.

Consideró inconcebible que gente sin escrúpulos atente contra la Laguna de los Siete Colores, que además de la majestuosidad de sus colores guarda un rico ecosistema y es hábitat de especies importantes como el caracol chivita, peces, entre otras especies.

Silvana Marisa Ibarra Madrigal, bióloga investigadora, indicó que el uso de detergente puede cambiar pH del agua a la que anfibios, cianobacterias y moluscos son muy sensibles, “si fuese muy ácido el químico, los carbonatos del Carst pueden cambiar su estructura química y ya no sería asimilable para quienes lo utilizan como es el caso de los estromatolitos y el caracol chivita”, dijo.

Dijo que el detergente afecta a los peces más o menos como al ser humano, en virtud que son macro fauna, “es como si un humano toma un trago de ese detergente”. Si son aceitosos podría entorpecer el intercambio de oxígeno en las agallas, dijo la experta.

Prestadores de servicios turísticos de Bacalar, señalaron que el turismo mochilero ha triplicado su presencia los dos últimos años en el destino, los cuales dejan poca derrama económica, porque se encuentran de paso y no utilizan hoteles, restaurantes y demás servicios.