Miguel Maldonado/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La Comisión para la Juventud y el Deporte en Quintana Roo (Cojudeq), incumplió con los trabajos de rehabilitación de dos canchas de fútbol, justificando gastos con obras inconclusas, afirman deportistas.

A finales del año pasado, la Cojudeq anunció con bombo y platillo el inicio de los trabajos de rehabilitación que se llevarían a cabo en las canchas de pasto sintético de La Charca y de la Unidad Deportiva José Romero Molina. En éstas se destinó un millón 228 mil 383.34 pesos, conseguidos desde la administración de Roberto Borge Angulo y que no habían sido utilizados.

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En La Charca se aplicaron 939 mil 356.37 pesos, mientras que en la Romero Molina el monto fue de 289 mil 26.97 pesos.

Mediante un boletín de prensa, publicado el 6 de diciembre de 2016, la Comisión informó que, “se invertirán poco más de 900 mil pesos en recursos provenientes del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), para la rehabilitación del terreno de juego y el cambio de una superficie de más de mil 700 metros cuadrados”.

Sin embargo, la realidad es completamente distinta a lo anunciado, ya que al visitar este inmueble se puede constatar que el pasto sintético existente es exactamente el mismo que se tenía, únicamente se nota una parte que se reemplazó.

Malas condiciones

Las mejoras que presenta esta cancha es el sistema de iluminación y la pintura de las tribunas, pero las cosas siguen en las mismas condiciones en cuanto al pésimo estado en el que se encuentran los baños, pues se observan los mingitorios rebosando y sucios.

“Se ve que el círculo central es pasto nuevo, pero todo lo demás es el mismo que había antes, sólo le echaron más corcho y arreglaron las líneas, porque cambiarlo totalmente como habían anunciado no lo hicieron”, señaló Jesús Seca, usuario de la cancha de La Charca.

En lo que corresponde a la Unidad José Romero Molina, donde se invirtieron 289 mil pesos, según el propio boletín de la Cojudeq, la cancha fue “parchada” con retacería del tramo que se retiró de La Charca, aunque tiene la parte central y las dos áreas de las porterías con pasto nuevo.

La Unidad Romero Molina sufre de un pésimo estado en sus sanitarios y los usuarios coinciden en señalar que estos “trabajos a medias se hicieron sólo para justificar el gasto del dinero, porque no se hizo lo que realmente se esperaba”.