Despierta conciencia ciudadana con travesía por Bacalar

Se cumple un año de la odisea de "El caminante de Bacalar", quien es fiel guardián de la laguna.

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"El caminante de Bacalar" no descarta otra travesía para volver a hacer un llamado al cuidado del agua. (Foto: Javier Ortiz)
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Javier Ortiz/SIPSE  
CHETUMAL Q. Roo.-Con una bandera de México en la espalda, un enorme cartel que decía “Salvemos la Laguna de Bacalar”, Gustavo Barrabás Buitrón, caminó hace un año 361 kilómetros de Cancún a Bacalar, para crear conciencia sobre la contaminación que sufre la Laguna de los Siete Colores.

Varias personas le dijeron que estaba loco, otros apoyaron su travesía de 29 días, en sus ratos de descanso estrechó amistades con quienes vivían a la vera de la carretera federal que le ofrecieron el cobijo de su techo, ayudaron a curar las heridas de sus pies, a descansar unas horas, alimentarse e hidratarse.

A un año de esa odisea, consideró que despertó conciencia porque ya existen asociaciones civiles y ciudadanos que hacen escuchar su voz por el cuidado del cuerpo lagunar, sin embargo, lamentó que la destrucción del ecosistema lagunar, la contaminación y la falta de interés de las autoridades, siga prevaleciendo.

“Barritas”, como le dicen de cariño sus amigos, es séptimo de ocho hermanos, forma parte de una de las familias más reconocidas de Bacalar, pues su abuelo, Nazario Buitrón Hernández, fue de los primeros pobladores, llegó en 1948 por orden del Ejército Mexicano y se instaló en El Fuerte, donde inició el crecimiento de la ciudad.

Gustavo Barrabás pretende generar conciencia social entre los visitantes y autoridades municipales.(Foto: Javier Ortiz)

Su padre, Ramón Buitrón Hernández, fue comisariado ejidal y los pobladores lo recuerdan porque fue quien inició la construcción del balneario ejidal, que recibe más de mil personas al día en temporada vacacional.

Actualmente radica en Cancún, pero no deja de venir a Bacalar al que le guarda profundo cariño, porque dice que aquí creció y vivió los mejores momentos de su vida. Por eso el interés de proteger su laguna, porque cada vez lo observa más deteriorado.

Son casi las doce del día, cuando el sol se encuentra en su cénit y los rayos del sol pegan con mayor fuerza. Eso parece no inmutarlo y sólo protegido por un sombrero y una playera sin mangas, arranca zacate del frente de un predio solo con ayuda de un pico de metal.

No es de ningún familiar o conocido el predio en mención, pero se encuentra al paso de la gente y los transeúntes y automovilistas aprovechan para tirar su basura. “Parece inofensiva porque no estorba, pero cuando hay viento lo vuela y va acercando a la laguna y cuando llueve, todos esos desechos inorgánicos tienen como destino final el cuerpo lagunar, dijo.

 (Foto: Javier Ortiz)

También ocupó su tiempo libre durante su estancia de unos días en la cabecera municipal para retirar el zacate que creció en la Casa Internacional del Escritor, pues es un ícono cultural del Pueblo Mágico y la falta de personal ocasiona que la vegetación cubra las paredes constantemente.

Consideró que hace falta mucho trabajo de concientización ciudadana, “que los vecinos limpien el frente de sus patios, que retiren la basura que se acumula porque termina en el cuerpo lagunar. Es una responsabilidad compartida con las autoridades que no actúan firmemente en acciones de concientización e incluso de multa para aquellos que mantengan el frente de sus viviendas con basura”, sugirió.

Lo conocen como “El Caminante de Bacalar” y no descartó realizar otra travesía para recordarle a los bacalarenses que necesitan involucrarse en las acciones de cuidado de la laguna y dejen de ser patriotas de redes sociales, “hace falta acción más que palabrería”, afirmó.

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