Escasez y crisis alimentaria se cierne para 2022
En toda la Península de Yucatán hay un escenario de escasez de granos de autoconsumo y baja producción agrícola.
Un panorama desalentador para el año agrícola y una inminente crisis alimentaria se vislumbra para el 2022, ante la escasez de granos de autoconsumo en Quintana Roo y en la península en general donde la producción del campo ha ido a la baja.
“La preocupación es profunda, el kilo de maíz está casi en 10 pesos, el frijol en 25 pesos el kilo, y son productos que antes se sembraban para autoconsumo. Aunque en las parcelas hay humedad suficiente que garantice un buen arranque de siembras, los campesinos no cuentan con el recurso y los gobiernos han impulsado de forma errónea al campo”,
afirma Álvaro Ramírez Mendoza, delegado peninsular de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (Cnpamm).
Los datos de esa organización confirman cómo la producción de los granos básico ha ido mermando en el estado, aunque la demanda sigue creciendo.
Un ejemplo es que en el ciclo primavera-verano fueron cultivadas mil 600 hectáreas de maíz comercial, cuando hace unos años la cifra alcanzaba las cuatro mil 500 hectáreas.
El mismo problema enfrenta el cultivo de frijol, un alimento básico en los hogares. Antes llegaba hasta mil 200 hectáreas, mientras que ahora se proyecta apenas 500 para los próximos meses.
El sorgo, un grano también de importancia, no ha sido la excepción. Este año se pretende cultivar únicamente dos mil 500 hectáreas, contra las cuatro mil 500 que se concretaban antes.
Gobierno ocasiona abandono de la producción de alimentos
“Del 15 de noviembre al 22 de diciembre comienza la siembra del frijol y el sorgo, en lo que refiere a otoño-invierno. Tienen la misma tendencia que el maíz. Simplemente no hay recursos suficientes”, destaca Ramírez Mendoza.
Para el entrevistado, mientras que el estado impulsa proyectos para personas que no son verdaderos productores, el Gobierno Federal estimula la producción de árboles forestales, lo que ocasiona el abandono de la producción de alimentos de autoconsumo.
A esto se suman los fenómenos meteorológicos que han desalentado a los productores rurales, pues tan solo el año pasado se perdieron más de 14 mil hectáreas de maíz para grano por algún siniestro, sin que alguien respondiera o respaldara a estos productores afectados.
“Es nada halagador el panorama a nivel estatal y peninsular ante la apatía que muestran las autoridades federales, quienes lejos de beneficiar al campo, ahora lo perjudicaron con la eliminación de programas de apoyo”.
La situación no es exclusiva de Quintana Roo, pues es una cuestión generalizada en toda la Península de Yucatán, donde se consumen al menos unas 400 mil toneladas de granos al año.
Durante su comparecencia hace unas semanas ante el Congreso del Estado, Luis Torres Llanes, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe), afirmó que la inversión para impulsar el campo no ha parado.
En cinco años, la agricultura, la actividad pecuaria, la pesca y la acuacultura recibieron mil 356 millones 875 mil pesos en beneficio de 188 mil 138 productores, dijo a los legisladores.
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