'Cometa del siglo' pierde su batalla contra el Sol

El ISON se desintegra durante su acercamiento al astro rey. De haber sobrevivido, hubiera pasado a 64 kilómetros de la Tierra.

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Los telescopios Stereo y Soho de la Nasa siguieron de cerca al cometa Ison en su aproximación al Sol. (Foto: NASA)
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Agencias
COLORADO, Arizona.- El cometa ISON, que ha sido bautizado como el "cometa del siglo", se desintegró este jueves en su viaje alrededor del Sol, según informaron científicos de la NASA, al no encontrar su rastro al otro lado, después de cruzar la corona solar.

El acercamiento al Sol de este cometa había causado una gran expectación ante la posibilidad de que lograra sobrevivir tras superar las altas temperaturas solares, pero también se había especulado que podía desintegrase en su aproximación al astro rey.

Sin embargo, después de que los telescopios de la NASA siguieran al cometa hasta sumergirse en la corona del Sol, no ha habido pruebas de que hubiera surgido al otro lado, aunque los científicos seguirán analizando las imágenes en busca de algún resto del ISON.

Cuando se acercaba a su punto más cercano al Sol a las 18:48 GMT, la cabeza del cometa se desvaneció y la cola de miles de kilómetros de diámetro se hizo más difusa, lo que también sugiere su ruptura, informa el sitio rtve.es.

"No estamos viendo realmente la cabeza del cometa", indicó Phil Plait, uno de los astrónomos que participó en el Hangout de la NASA sobre ISON. "En este punto, sospechamos que el cometa se ha roto y ha muerto", dijo Karl Battams, un científico del Laboratorio de Investigación Naval, quien se unió a una charla de la NASA y Google + desde el Kitt Peak Observatory en Arizona.

Oportunidad única

Aunque el cometa se haya roto finalmente, ofreció una oportunidad muy rara de ver, ya que ha permitido observar cómo uno de los objetos más antiguos del sistema solar interactuaba con el campo magnético del Sol.

Aunque los científicos han seguido otros cometas de la nube de Oort, Battams dijo que éste fue el primero que ha podido ser grabado pasando tan cerca del astro rey. "No tenemos idea de cuándo vamos a ver algo tan increíble de nuevo", agregó.

Los científicos continúan estudiando los cometas para descubrir de qué están compuestos, ya que nacieron junto con el sistema solar hace 4.5 billones de años.

Cuando los cometas pasan lo suficientemente cerca del Sol, su hielo se derrite y el polvo que dejan a su paso da pistas sobre su composición. "Esto nos da la oportunidad de ver y estudiar estos campos magnéticos de una manera que normalmente no podríamos hacer", dijo Alex Young, un físico solar del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA. "La naturaleza nos está dando esta oportunidad única para estudiar estos campos magnéticos", agregó.

Tras la pista del ISON

Los científicos dijeron que iban a seguir revisando las imágenes captadas por 11 telescopios de todo el mundo que realizan un seguimiento del cometa para saber lo que pasó con él y estudiar los datos que permitan saber más sobre el Sol.

C/2012 S1 (ISON), visto por primera vez en septiembre de 2012 por astrónomos rusos, es un cometa especial que procede de la nube de Oort, una burbuja que rodea todo el Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace 4.600 millones de años.

La comunidad científica ha estado pendiente de lo que ocurría con esta roca, a la que muchos ya han bautizado como 'el cometa del siglo', y en las próximas horas podrán concluir si sus restos seguirán brillando o no y si se podrán ver desde la Tierra.

Los astrónomos esperaban que ISON pudiera continuar su viaje, tras este encuentro con la estrella, y poder estudiar de cerca su composición, ya que iba a pasar a unos 64 millones de kilómetros del planeta.

Hielos primordiales

Hubiera sido una buena oportunidad para observar este cuerpo, cuyo origen está en el borde del Sistema Solar, por lo que conservaba los hielos primordiales de su formación hace miles de millones de años.

Concretamente, se cree que el ISON provenía directamente de la nube de Oort, donde abundan los cuerpos helados. Por alguna razón, este cometa fue expulsado de la nube hacia el corazón del sistema debido a la intensa atracción gravitacional del Sol.

ISON ya ha sido visible desde el planeta en el último mes, a veces con binoculares ordinarios y ocasionalmente a simple vista, por lo que los científicos ya han podido ir recogiendo datos desde entonces. La agencia espacial estadounidense ya ha declarado a ISON como el cometa más observado de su historia.

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