El deporte como terapia: conoce las mejores opciones para ti
Las siguientes actividades son útiles para tratar molestias físicas y fortalecer los músculos.
Si eres de esas personas que prefiere un buen maratón en Netflix a realizar ejercicio, a lo mejor necesitas pensar otra vez en las ventajas que trae cambiar de hábito a la salud física, mental y emocional.
Más allá de mejorar la apariencia, la actividad física proporciona energía, fortalece el cuerpo y ayuda a sobrellevar las exigencias del día a día.
También mejora la calidad del sueño y desempeña un papel clave en la prevención de lesiones y la rehabilitación, incluso tras cirugías.
Desde siempre, algunos deportes han destacado no solo por su carácter competitivo, sino también por su valor recreativo y terapéutico.
Estas actividades son particularmente útiles para tratar molestias físicas y fortalecer los músculos, especialmente tras intervenciones quirúrgicas en caderas o extremidades.
Natación: la aliada perfecta para la rehabilitación y el estrés
La natación es uno de los ejercicios más recomendados para la rehabilitación de lesiones, pues se trata de una actividad de bajo impacto que no implica cargas.
Su práctica contribuye a la relajación, lo que la hace especialmente beneficiosa para quienes enfrentan altos niveles de estrés, como sucede en las grandes ciudades.
Ejercitarse en el agua no solo fortalece todos los músculos del cuerpo, sino que también corrige la postura.
La resistencia natural del agua permite trabajar tanto en la relajación como en la tonificación muscular, dependiendo de la intensidad de los movimientos o las instrucciones del entrenador.
Ciclismo: bajo impacto para articulaciones y ligamentos
El ciclismo es otra actividad ampliamente utilizada en la rehabilitación física. Es ideal para personas con problemas en articulaciones, huesos o ligamentos, ya que no genera presión ni impacto directo en estas áreas.
Una sesión en bicicleta tonifica el cuerpo de manera segura, convirtiéndose en una excelente alternativa para quienes buscan evitar riesgos asociados a otros ejercicios.
Caminar y trotar: el inicio de la recuperación
Para quienes están retomando su condición física tras una enfermedad o cirugía, caminar es el punto de partida por excelencia.
Si no existen problemas en las rodillas o los talones, trotar también puede ser una opción efectiva para avanzar en el proceso de recuperación.
Supervisión médica: clave para el éxito
Es importante recordar que cualquier terapia de rehabilitación debe ser prescrita y supervisada por un médico especialista en deportes u ortopedia.
Ellos ajustarán el tiempo y la intensidad de las actividades según las necesidades de cada paciente, garantizando así una recuperación efectiva.
Con información de Reforma