¿No soportar oír masticar a las personas? Padeces misofonía

Los ruidos desencadenantes se correlacionaron con el aumento de actividad en varias partes del cerebro.

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La evidencia sugiere que aquellos con misofonía tienen cerebros que luchan por controlar la propagación de mensajes asociados con ciertos sonidos.(Upsocl)
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Agencia
Ciudad de México.- El sonido de la gente masticando, puede ocasionar que algunas personas pierdan la cabeza, y ahora, científicos han descubierto el cableado neurológico responsable de esta condición extraña.

De acuerdo con Muy Interesante, éste síndrome llamado misofonía, describe las emociones poco razonables que salen de nosotros cuando escuchamos ciertos ruidos repetitivos producidos por los que nos rodean. Las personas con esta condición experimentan molestia o incluso enojo al chasquido de un teclado, el crujido de un paquete de chips, u otros sonidos comunes.

 Aunque se ha reconocido como una condición desde el año 2000, la investigación sobre su causa y su prevalencia ha sido limitada. No existen criterios oficiales en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), y los que lo experimentan a menudo tienen dificultades para ser tomados en serio.

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Un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychology asegura que podría afectar hasta un 20% de la población, mientras que otro estudio publicado en el 2015 en Australasian Psychiatry, afirma que la misofonía está asociada con el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad.

 Un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido ha encontrado evidencia de cambios en el lóbulo frontal del cerebro que podría explicar la respuesta emocional desencadenada por los sonidos en aquellos con que padecen de ésta condición.

 Durante el estudio, científicos realizaron exploraciones cerebrales, revelando una marcada diferencia en la neurología de los sujetos. En aquellos con misofonía, los ruidos desencadenantes se correlacionaron con el aumento de la actividad en varias regiones del cerebro, incluyendo el lóbulo frontal y la corteza insular anterior (AIC). 

El AIC está enterrado profundamente en el pliegue que separa el lóbulo frontal y el lóbulo parietal del lóbulo temporal del cerebro. Es responsable de un montón de tareas de mediación, incluida la gestión de la experiencia emocional. También desempeña un papel en la integración de las señales del mundo exterior con información dentro del cuerpo.

 Y no sólo aumentó la actividad de AIC y el lóbulo frontal, sino también en la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC), hipocampo y amígdala. Las mediciones tomadas de la estructura de la vmPFC indicaron que tenían vainas de mielina aislantes más gruesas, lo que ayuda a los nervios a llevar mensajes. 

En conjunto, la evidencia sugiere que aquellos con misofonía tienen cerebros que luchan por controlar la propagación de mensajes asociados con ciertos sonidos.

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