El hartazgo lleva a la gente a romper el confinamiento y ponerse en riesgo

Especialista de la UNAM asegura que esto provoca situaciones negativas en la calle, la familia y el trabajo.

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Meses de encierro sin un horizonte claro para el fin, así como mensajes contradictorios de autoridades y simple aburrimiento, llevan a las personas a romper el confinamiento. (Foto: Reforma).
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Ciudad de México.- Meses de encierro sin un horizonte claro para el fin, así como mensajes contradictorios de autoridades y simple aburrimiento, llevan a las personas a romper el confinamiento, consideró la académica Melisa Chávez, coordinadora del Proyecto ICCE de la UNAM, sobre ciencias del comportamiento y economía.

Esto ocurre aunque el riesgo de la pandemia de Covid-19 siga activo.

"Desafortunadamente, hay hartazgo del encierro y empiezan a surgir dinámicas no tan positivas al interior de las familias.

"También ciertas cuestiones que han surgido en muchas organizaciones que a la gente le cargan más trabajo por el hecho de no tener que trasladarse, se empiezan a dar ciertas cosas que hacen que la gente se sienta cada vez más desgastada", señaló la especialista en entrevista.

Desde que se dieron los primeros pasos hacia el desconfinamiento, como en el caso del Centro Histórico, la concentración de gente provocó que se tuviera que dar marcha atrás; la semana pasada, con la reapertura de centros comerciales, en algunos como Parque Delta se observaron filas de hasta 800 personas esperando entrar.

"Desde un punto de vista de toma de decisiones, (el hartazgo) nos quita ancho de banda en nuestras capacidades de procesar e integrar información.

"Entonces, propicia que tomemos decisiones que tal vez no serían las adecuadas, que es lo que estamos observando ahora: ir a los centros comerciales, que además es ir aunque los locales no reportan que estén ganando muchísimo, pareciera que sólo eran ganas de salir y ver cosas", indicó Chávez.

De acuerd con el Gobierno capitalino, los establecimientos abiertos deben mantener estrictas medidas sanitarias y aforo limitado. También sigue la disposición de portar cubrebocas y la entrega de caretas.

 Sin embargo, los mensajes confusos o contradictorios de las autoridades también provocan comportamientos inapropiados, observó la investigadora de la UNAM.

"También este asunto de los mensajes de repente contradictorios que observamos entre gobiernos, que si sí el cubrebocas, que si no", refirió la especialista.

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