Hepatitis C, la asesina silenciosa

La causa principal es que esta enfermedad es asintomática y las complicaciones tardan entre 15 y 30 años en manifestarse, según la OMS.

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La hepatitis puede contraerse por alimentos mal lavados, indican expertos. (Archivo/SIPSE)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- En México las enfermedades hepáticas ocupan el cuarto lugar entre las causas de muerte, debido a que son asintomáticas y las complicaciones tardan entre 15 y 30 años en desarrollarse, por  lo que miles de personas desconocen que están enfermas. 

Se calcula que aproximadamente 80 por ciento de quienes padecen una infección crónica por este virus no manifiesta ningún síntoma, de acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2012.

 Ahí se detalla que en el mundo hay 150 millones de personas con hepatitis C y más de 350 mil mueren por enfermedades vinculadas a ésta, según indica Milenio.

En 2012 generaron la muerte de 28 mil 904 mexicanos, cifra superior al número de decesos por homicidio, que fue de más de 26 mil muertes, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y el Sistema Nacional de Información en Salud.

“Como el hígado no duele, nosotros, los que padecemos hepatitis, llegamos al hospital ya muy mal, porque lo descubren 10 o 20 años después”, manifestó Carmen Olivia Zazueta Calderón, directora general de la asociación civil Pro Salud Hepática & Esperanza de Vida (Prohepa).

Formada por pacientes hepáticos, promueve la información y orientación para la detección temprana de este padecimiento. “Somos una asociación de pacientes para ayudar a otros”, explicó Zazueta Calderón. 

Padecimiento costoso y doloroso

“La hepatitis es la inflamación del hígado, causada por muchas cosas; pueden ser fármacos, drogas, procesos de tipo infeccioso, alcohol, enfermedad de hígado graso no alcohólico”, señaló la doctora Mayra Virginia Ramos Gómez especialista en gastroenterología.

Las hepatitis virales son las que se presentan con mayor frecuencia; éstas son las que dañan al hígado directamente, como las de tipo A, B, C, D y E. “En México la hepatitis A es la que más se presenta, con 70 por ciento de los casos aproximadamente” y se puede contraer por las vías fecal-oral, alimentos o vasos mal lavados, señaló Ramos Gómez.

La esperanza de vida para las personas que padecen hepatitis es variable dependiendo del diagnóstico inicial

Las B y C son las que se pueden volver crónicas y se pueden contraer “por sangre contaminada con materiales punzocortantes que estuvieron en contacto con una persona enferma de hepatitis”, informó la experta en endoscopia digestiva.

Para la hepatitis A y B sí hay vacuna; sin embargo, la hepatitis C solo se puede controlar y los tratamientos y quimioterapias a las que los pacientes son sometidos son muy costosos.

Aunado a que los pacientes de hepatitis C no presentan síntomas, se suma que para diagnosticar este padecimiento es necesaria la biopsia hepática, procedimiento doloroso y costoso. 

Aunque actualmente ya existen pruebas iconográficas como el Fibroscan, que es más efectivo y rápido a la hora de hacer el diagnóstico, en el mundo solo existen mil 890 equipos de éstos y en México son pocos los hospitales que tienen este dispositivo, entre ellos Médica Sur.

Detección temprana

La esperanza de vida para los que padecen hepatitis, añadió la doctora, “es muy variable porque depende del momento en que se hace el diagnóstico; este es uno de los objetivos de la Prohepa, la detección temprana de la hepatitis.

“El transcurso desde que se infecta un paciente hasta a que llegua a una cirrosis es de entre 20 o 30 años; esto varía para cualquier tipo de infección porque todo depende de cómo está el huésped en su sistema inmunitario, cuando adquiere una enfermedad para poderla erradicar, además de otros factores de riesgo que se asocian para lastimar al hígado.

“Si la persona además ingiere alcohol, por ejemplo, o si tiene que tomar medicamentos que potencialmente son hepatotóxicos, esto puede variar el tiempo en que evolucione la enfermedad, tanto para que se vaya más rápido hacia una cirrosis o que tenga una fibrosis en etapas más tempranas, como para que pueda ser torpe la evolución”.

A escala mundial, hasta 2011 las muertes en el país por enfermedades del hígado se posicionaron en el lugar 19, aunado a esto, los casos de cirrosis hepática por obesidad están aumentando, señaló Ramos Gómez.

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