Agencia
La prensa británica gritó "doble huracán, doble infierno", ya que los modelos meteorológicos mostraron los restos de los huracanes María y Lee fusionándose para formar una "Superestrella del Atlántico Gigante".

De acuerdo con el portal Iflscience.com, no hay mucho sentido en preocuparse por María y Lee, sin embargo en este momento, son tormentas tropicales no amenazantes o depresiones bastante insignificantes que se perderán en los próximos días.

¿Qué sucede cuando los huracanes chocan?

Las fusiones ciclónicas son descritas por el efecto de Fujiwhara, que usan vórtices del agua como ejemplo. Cuando dos ciclones se acercan el uno al otro, uno girará alrededor del otro en sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio norte) o en el sentido de las agujas del reloj (en el hemisferio sur).

También te puede interesar: Descubre si padeces el síndrome de alimentación nocturna

Eventualmente, comenzarán a girar en espiral hacia un punto central. Esto ocurre dos razones: o los vientos divergentes los empujan esencialmente, o debido a algo llamado advección positiva de la vorticidad, que describe cómo las regiones de alto spin (huracanes, por ejemplo) migran hacia áreas de spin bajo (el espacio entre los dos).

El huracán con un vórtice más grande - el más poderoso - dominará a menudo los procedimientos, y el huracán más pequeño girara alrededor de él. Lo que sucede después, sin embargo, es incierto.

Normalmente, la interacción caótica de dos tormentas tropicales totalmente diferentes - cuyos vientos exteriores a menudo van en direcciones diferentes - significa que la fusión actúa como una fuerza de desintegración. Esto tiende a reducir la fuerza total de la entidad singular y lo hace explosivo en restos débiles.

Esto es lo que parecía haber sucedido en 2001, cuando el huracán Gill interactuó con el huracán Henriette; Gil fue interrumpido y rompió, pero no antes de consumir los restos de Henriette.