Agencias
MÉXICO, D.F.- A pesar de que la llegada de los Reyes Magos viene acompañada de mucha alegría para los niños por los obsequios que les traen, en algunas ocasiones pueden convertirse en un problema si los juguetes no fueron seleccionados correctamente y contienen componentes con plomo, un elemento químico que puede causar problemas serios para la salud del infante.

Víctor Calderón Salinas, científico del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), explicó que las formas más comunes de intoxicación por plomo en niños son el contacto con pinturas con que adornan los juguetes, a través de lápices y plumas de contrabando que no cumplen las condiciones adecuadas y al comer con loza vidriada de mala calidad que se puede encontrar en platos y utensilios de cocina, según publica Milenio.

Según el especialista, existen diferentes mecanismos naturales de protección que tiene el organismo para hacerle frente a una intoxicación por plomo, y uno de ellos, el de los antioxidantes, es el que ha llamado la atención del investigador y su equipo de trabajo para buscar métodos que ayuden a realizar un diagnóstico certero, así como a prevenir y tratar ese padecimiento.

La investigación

El investigador, adscrito al Departamento de Bioquímica del Cinvestav, estudia los compuestos antioxidantes a partir de sistemas enzimáticos y no enzimáticos desarrollados por el organismo para disminuir el efecto oxidativo, considerado como una de las consecuencias más nocivas de la intoxicación por  plomo.

Parte del tratamiento que se desarrolla en el Cinvestav consiste en aplicar vitaminas C y D que permite intervenir en el proceso de intoxicación.

Hasta el momento esa técnica se ha empleado con resultados positivos en modelos in vitro, animales de experimentación y en humanos, entre trabajadores expuestos laboralmente al elemento químico, por lo que actualmente los científicos llevan a cabo planes piloto para proponer y aplicar ese sistema a escala nacional.

En una intoxicación por plomo son los niños quienes sufren mayor alteración en su organismo, pues ese elemento ocasiona daños en el sistema nervioso central que alteran el equilibrio, la capacidad intelectual y el desarrollo neuronal del menor.

Ese elemento tóxico también afecta el crecimiento de los huesos y provoca daños en los riñones, así como en el sistema gastrointestinal, lo que causa síntomas como cólicos intensos y alteraciones de la movilidad intestinal.

El especialista, que además pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, aseguró que si un niño se expone a dosis importantes del químico, puede presentar los síntomas en un lapso de dos o tres años después de la intoxicación, por lo que resulta difícil diagnosticarlo.

Diagnóstico complejo

Por lo general, detalló el especialista, los médicos no suelen hacer una evaluación del ambiente cuando atienden a un paciente menor de edad intoxicado por plomo, y las manifestaciones de ese envenenamiento se pueden confundir con parasitosis, anemia por desnutrición o alteraciones de conducta que suelen presentarse en estas etapas de la vida.

Por ese motivo, el equipo de investigadores del Cinvestav encabezado por Calderón Salinas también propone pruebas diagnósticas más tempranas y con elementos moleculares más confiables cuando los niños han estado expuestos a juguetes o pintura que contienen plomo.

De igual manera, sugieren aplicar ese tipo de diagnósticos en el caso de niños y adultos ubicados alrededor de plantas procesadoras de plomo, pues estas a veces no tienen medidas adecuadas de control, o por exposición en alimentos por utensilios y vajillas de mala calidad.

“Estamos trabajando a escala gubernamental para tratar de modificar las normas de exposición al plomo y que se tengan los mecanismos correctos. Si uno revisa la norma oficial, se sigue haciendo el diagnóstico a través de biometrías hemáticas (análisis de sangre) u otros elementos del organismo que solo se dañan cuando la cantidad de plomo es muy alta y ya ha provocado daños irreversibles”, señaló el especialista.

El científico recomendó a los Reyes Magos no adquirir plumas, lápices o juguetes piratas que se venden a bajo costo en los mercados informales, ante la posibilidad de que contengan plomo.

“Hay que asegurarnos que en la etiqueta tenga una leyenda donde se indique que cumple con la norma oficial mexicana y que por lo tanto no contiene plomo y es segura para los niños”, concluyó Calderón Salinas.