María Cumplido, la chica que resolvió un problema matemático de hace 20 años

La española dedicó cinco años a la investigación que podría utilizarse en criptografía y seguridad informática.

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(Fundación BBVA)
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España.- Tras cinco años, al española María Cumplido Cabello ha resuelto un problema matemático abierto desde hace 20 años y este logro le ha hecho llevarse a casa uno de los premios de Matemáticas Vicent Caselles que otorga la Real Sociedad Matemática Española y la Fundación BBVA.

Cumplido Cabello, de 28 años, es doctora en Matemáticas por la Universidad de Sevilla, donde estudió la carrera, y la de Rennes. Reside actualmente en Edimburgo donde desde el pasado mes de octubre es investigadora post-doctoral de la Universidad Heriot-Watt.

Ha recibido un reconocimiento por haber resuelto un problema teórico abierto en el año 2000 años que presentó en Rennes (Francia), donde ha desarrollado su trabajo.

Su tesis, redactada en francés, se focaliza en los grupos de trenzas y su generalización algebraica, los grupos de Artin, explica el portal de noticias El País.

Las trenzas son objetos matemáticos que describen el movimiento de puntos en un mismo plano, sin que estos se toquen. Este movimiento puede ser utilizado para mezclar cuerdas, de ahí el nombre de “trenza”. Los grupos de Artin son aún muy misteriosos, pero de las trenzas se tiene más información porque se pueden definir usando la geometría o el álgebra, que es lo que más controla ella.

La científica comparte que inició su investigación de estos elementos porque le parecían “bonitos”, le intrigaban y quería comprenderlos; hoy reconoce que sus descubrimientos podrían tener aplicaciones futuras en criptografía, dispositivos cuánticos y seguridad informática.

“Los teoremas y algoritmos que se utilizan hoy para nuestros dispositivos fueron descubiertos hace decenas de años. Estoy segura de que los matemáticos de entonces empezaron a buscar y pensar porque ese problema o misterio les parecía interesante en sí mismo”, dice para El País.

La premiada comenzó a estudiar en la Universidad de Sevilla, luego se fue a Francia y terminó en Escocia en donde reside actualmente ante la falta de ofertas laborales de calidad en su país.

“Si hubiera sido un chico no habría pasado por lo mismo”

Y a pesar de los grandes logros que ha conseguido a lo largo de su carrera académica, reconoce que ha librado una fuerte batalla desde niña para demostrar su preparación y sus logros matemáticos.

“Hacen creer a los niños que el cerebro de las mujeres es distinto al de los hombres y que ellas no pueden tener el mismo nivel de matemáticas. Por lo tanto, desde los cinco años, no se creen capaces”, lamenta.

“Estoy convencida de que, si en vez de ser una chica, hubiese sido un chico, no habría pasado por lo mismo. Se acepta más de un hombre que sea un empollón que de una mujer. Está muy estigmatizado”, opina.

(Con información de El País y La Vanguardia)

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