Polvo del Sahara frena formación de ciclones

Impide a los sistemas tropicales en desarrollo concentrar la energía para su fortalecimiento.

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De acuerdo con un experto, gracias al polvo del Sahara durante la primera quincena de agosto no se presentó ninguna depresión tropical en el Atlántico. (commons.wikimedia)
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Notimex
LA HABANA, Cuba.- La presencia de nubes de polvo del Sahara sobre el océano Atlántico contribuyó a una marcada tranquilidad ciclónica durante la primera quincena de agosto, etapa en la que no se presentó ninguna depresión tropical, señaló un experto.

“Esa situación inhibe de manera significativa el surgimiento e intensificación de los ciclones tropicales, pues les crea un ambiente sumamente hostil, debido al aporte de aire muy caliente y seco con valores mínimos de humedad relativa”, dijo el doctor en Ciencias Físicas, Eugenio Mojena López.

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El asesor del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba refirió que las nubes de polvo incrementan la cizalladura vertical del viento en las altas capas de la atmósfera, “factor que impide a cualquier sistema tropical en desarrollo concentrar la energía requerida para su formación y gradual fortalecimiento”.

De acuerdo con el diario local Granma, Mojena López puntualizó que durante julio y lo que va de agosto se registró gran cantidad de polvo del Sahara en la zona comprendida entre los 10 y 20 grados de latitud norte, y los 20 y 60 grados de longitud oeste (la zona de máxima actividad ciclónica en el Atlántico tropical), algo que viene observándose con frecuencia.

El polvo del Sahara se propaga por el océano Atlántico, el mar Caribe, el sureste de Estados Unidos, México y Centroamérica. Está cargado por elementos nocivos como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, señalaron reportes de prensa.

Mojera López explicó en junio pasado que acompañan el polvo, virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos, además la sensación de calor aumenta, aunque el polvo tiene un efecto positivo, y es que entorpece el surgimiento y desarrollo de los ciclones tropicales "al crearles un ambiente hostil" al menos de junio a agosto.

Un estimado es que alrededor de 90 millones de toneladas de polvo proveniente del desierto del Sahara llegan cada año a la región del Caribe durante la primavera y el verano.

En esta ocasión, el especialista comentó al rotativo que en los próximos días su influencia debe comenzar a disminuir paulatinamente en toda nuestra área geográfica de interés, que incluye también al golfo de México y al mar Caribe y la “calma ciclónica” puede terminar.

Hasta la fecha se han formado solo dos fenómenos climatológicos: la tormenta subtropical Andrea en mayo y la tormenta tropical Barry en julio, ésta última alcanzó la categoría de huracán poco antes de tocar tierra por la costa del estado de Lousiana, en Estados Unidos.

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