Agencias
MÉXICO, D.F.- El vicecoordinador de asistencia médica del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren), Héctor Vera Cuesta, rechazó que haya una “epidemia de autismo en el mundo”, y consideró que por el contrario, existe hoy en día un mejor diagnóstico de este trastorno biológico del neuro desarrollo.

En entrevista con Notimex, señaló que la detección temprana de este trastorno y una atención integral, permiten una mejor integración del paciente a la vida familiar y social.

En el Ciren, médicos cubanos desarrollan un proyecto de marcadores biológicos, mediante imágenes de conectividad del cerebro, para identificar síntomas de espectro autista dentro de los dos primeros años de edad.

“Siempre hay signos de alarma a los seis meses, un niño que no es capaz de dar los brazos, que no es capaz de tener la sonrisa social, y en ellos hay que enfocarnos y realizar estos marcadores biológicos que nos van a pautar cómo será su desarrollo en los próximos años, ahí está el éxito de la intervención del autismo”, destacó.

De igual forma se experimenta con nuevos tratamientos en animales de laboratorio con autismo, con el fin de que los fármacos regulen mejor la conducta del paciente y mejorar su calidad de vida, al igual que la de sus familiares.

El neurólogo cubano explicó que para dar un diagnóstico de espectro del autismo es necesario que el paciente cumpla tres condiciones: trastorno de comunicación (lenguaje), de socialización (relaciones rígidas o inexistentes) y problemas de conducta.

Al realizar una analogía en lo que es el mundo de una persona con autismo, mencionó que es como aquellos que estando en un bosque, son capaces de ver las ramas pero no los árboles, por lo que pueden ser muy dedicados en una actividad específica, pero incapaces de procesar el conocimiento y las relaciones generales.

Esto se debe a que la conectividad en el cerebro no es general cuando hay un espectro autista, y sólo pueden conectar áreas específicas para determinadas habilidades.

El tratamiento integral que se sugiere en el Ciren consiste en prescribir medicamento para regular la conducta, pero también contar con el apoyo de psicólogos, pedagogos y otros especialistas que contribuyan a la integración del menor y sean capaces de interactuar con familiares u otras personas.

“Existe todavía el mito de que quienes padecen este trastorno deben estar aislados e ir a una institución. Nosotros creemos que no; con una atención adecuada, con un equipo multidisciplinario podemos tener un abordaje integral y tener resultados”, indicó.

Vera Cuesta expuso que hay estadísticas reales sobre la población que padece este trastorno de origen multifactorial, y aun cuando es cada vez mejor diagnosticado, se estima que hay una alta cifra de personas que no se les identifica con este problema.

En cuanto al denominado “autismo inducido”, manifestó que tampoco existe evidencia real de que los menores que pasan largo tiempo frente al televisor o con el uso de aparatos electrónicos puedan presentar esos trastornos.

No obstante, “hay algunos estudios que demuestran que la permanencia de tiempo prolongado en aparatos audiovisuales puede disminuir la capacidad social, y otros estudios más avanzados muestran que pueden disminuir la memoria; no podemos darlo como cierto, pero hay que tener cuidado”, subrayó.

El dato

• El Ciren se encuentra en Avenida México 700, despacho 210, en la colonia San Jerónimo Lídice, en la Ciudad de México. Teléfono 56829100.