Reino Unido planea un rescate ecológico para el lago Windermere
El lago está ubicado en el Parque Nacional del Lake District, un sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El gobierno británico anunció un plan para limpiar el lago Windermere, un emblemático cuerpo de agua afectado por la contaminación de aguas residuales.
Con esta iniciativa se busca frenar los vertidos y restaurar la calidad del lago más grande de Inglaterra, convertido en un símbolo de la crisis ambiental que enfrentan los ríos y lagos del país.

El secretario de Medio Ambiente, Steve Reed, afirmó que el objetivo es eliminar por completo las descargas de aguas residuales en Windermere, ubicado en el Parque Nacional del Lake District. Esta región, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, es conocida por sus paisajes montañosos y su legado literario, ya que inspiró a figuras como William Wordsworth y Beatrix Potter.
La belleza de Windermere se ha visto empañada por los frecuentes vertidos de aguas residuales, que se intensifican durante las lluvias al sobrecargar el sistema de alcantarillado. Según una investigación de la BBC, entre 2021 y 2023 la empresa United Utilities vertió más de 140 millones de litros de aguas residuales en el lago.
El problema no es exclusivo de Windermere. En todo el Reino Unido, las empresas de agua enfrentan críticas por los desbordamientos frecuentes de aguas residuales en ríos y océanos, generando olores desagradables, afectando la salud de los nadadores y contaminando áreas de pesca.
Expertos en medio ambiente advierten que el deterioro de las infraestructuras, el crecimiento poblacional y las lluvias más intensas debido al cambio climático han agravado la situación, mientras que la falta de inversión de las compañías privadas del sector ha dificultado las soluciones.
Para abordar esta crisis, el gobierno laborista –electo el año pasado– ha propuesto un plan que combina inversión privada y sanciones a las empresas contaminantes para mejorar el sistema de alcantarillado.

En el caso de Windermere, United Utilities destinará 200 millones de libras (unos 258 millones de dólares) para modernizar las plantas de tratamiento de aguas residuales y construir una nueva tubería que aleje los desechos del lago. Aun así, Reed advirtió que podrían pasar años antes de que el agua vuelva a ser completamente segura para nadadores y turistas.
El anuncio fue bien recibido por activistas ambientales. Matt Staniek, fundador de la organización Save Windermere, calificó la medida como ‘un primer paso muy, muy bienvenido’.
“Pero todos sabemos cómo son los políticos. Hasta que algo sea legalmente vinculante y esté escrito en piedra, es solo una promesa en este momento”.
Con información de AP