José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Una nueva generación de insulinas que únicamente requiere aplicarse una vez al día, ya se encuentra disponible en farmacias de Mérida a un costo promedio por dosis de 550 pesos.

El medicamento brinda hasta 36 horas de control glucémico, reduce el riesgo de hipoglucemia y permitiendo  la personalización del tratamiento para la diabetes, ofrece una mayor adherencia al mismo por parte del paciente. 

En México, esta insulina fue aprobada en agosto del año pasado, pero aún no se encuentra incluida en el cuadro de medicamentos para el sector público, aunque se espera que ingrese en breve.

Como anticipó Milenio Novedades, por medio del uso de esta nueva insulina la actividad metabólica de los pacientes durante el día mejora en 20 por ciento, no incrementa el peso y reduce la posibilidad de padecer comas diabéticos, ataques cardiacos e infartos cerebrovasculares.

El nuevo tratamiento fue presentado en días pasados en Cancún, Quintana Roo, durante el foro “La Nueva era del estándar de oro: Insulina Glargina U300”, organizado por la División Diabetes y Cardiovascular de Sanofi, en donde expertos nacionales e internacionales debatieron sobre la importancia del uso de tratamientos cada vez más especializados que permitan tanto el control de los niveles glucémicos, como al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida del paciente a largo plazo. 

Fernando Lavalle, coordinador del Hospital Universitario de Monterrey, señaló que los avances en la investigación médica han logrado mejoras en el control de la diabetes haciendo posible que las nuevas insulinas basales permitan hasta 36 horas de control glucémico, lo que supone una auténtica innovación en comparación con los tratamientos estándar. 

“Esto favorece a que los pacientes sufran un tercio menos de hipoglucemias nocturnas”, destacó.

Cabe señalar que mantener un buen control glucémico por la noche es fundamental en pacientes con diabetes tipo 1 y 2. Si no se administra la dosis correcta de insulina durante el periodo nocturno, sus niveles de glucosa en la sangre podrían incrementar drásticamente, aumentando el riesgo mientras el paciente duerme.