Ciudad de México.- Aficionados enojados con el Cruz Azul arrojaron huevos al autobús del equipo. Después de las protestas en el hotel de concentración, otro puñado de fanáticos esperó al transporte en un punto cercano al Estadio Azteca, para lanzarles objetos.

Cuando pasó el autobús, con mucha precisión y fuerza en los brazos, le atinaron en movimiento.

Un sector de la fanaticada celeste sigue molesta con el equipo, tras perder 4-0 en la vuelta de las semifinales del Guardianes 2020.

En el hotel, antes de partir al Coloso de Santa Úrsula, un grupo les cantó a los futbolistas: "Se vendieron por nada. Jugadores de mier…, jugadores sin alma. Suden la camiseta que para eso les pagan”.

Firman autógrafos y se toman fotos en crisis sanitaria.

Los futbolistas no han entendido las medidas sanitarias de mantenerse alejados de las selfies y autógrafos.

Jesús Corona, Roberto Alvarado y Santiago Giménez, jugadores del Cruz Azul, se brincaron los protocolos y se acercaron a unos seguidores —los que no los insultaron— en su salida del hotel de concentración.

Entre fotografías y firmas, estos profesionales se expusieron, cuando la Ciudad de México continúa en crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, con incremento en contagios.

Del otro lado, estuvieron los fanáticos que insultaron, a ellos no se les acercaron e intentaron ignorar.

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