Con Di Stéfano nació el Real que asusta en Europa

El Mundo entero, pero sobre todo en España y Argentina, lloran la pérdida de uno de los mejores futbolistas del Real Madrid.

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Di Stéfano felicita a su compatriota Diego Armando Maradona, que recibió el Balón de Oro en 1995. (Foto: AP)
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Agencias
RIO DE JANEIRO, Brasil.- El mundo del futbol lamentó este lunes la muerte del argentino Alfredo Di Stéfano, una de las mayores leyendas de este deporte.

Desde Argentina, pasando por España y Colombia, donde hizo su carrera, las reacciones no se hicieron esperar. La selección Albiceleste, que vela armas en Brasil ante su choque de semifinales el miércoles contra Holanda en la Copa del Mundo, homenajeó al exfutbolista, que cumplió 88 años hace apenas unos días.

"Hasta siempre, Maestro Alfredo Di Stéfano. Lo despide con honores y gratitud la Argentina y el fútbol mundial", dijo la selección en su cuenta de Twitter.

"Hasta siempre Don Alfredo Di Stéfano, una leyenda, un grande dentro y fuera de la cancha. Mucho ánimo a todos sus familiares y allegados", escribió el astro Lionel Messi en su cuenta de Facebook.

En su sitio oficial de internet, la FIFA indicó: "las estadísticas mostrarán que Alfredo di Stéfano es uno de los mejores anotadores de todos los tiempos, si bien los números fríos sólo reflejan una parte de la historia".

"Estoy muy triste por la noticia de la muerte de Alfredo di Stéfano", dijo Joseph Blatter, presidente del organismo rector del fútbol. "Él fue el jugador más completo que yo haya visto. Era también mi favorito".

Campeón con River y Boca

Di Stéfano falleció este lunes a los 88 años en un hospital de Madrid, donde había ingresado hace dos días tras sufrir un paro cardíaco. Fue integrante del Real Madrid que conquistó cinco Copas de Europa consecutivas a finales de los años 50. Y cómo técnico fue el único que ganó campeonatos en la era profesional con los eternos antagonistas Boca Juniors y River Plate, club en el que inició su carrera como futbolista antes de pasar a Millonarios de Colombia y posteriormente a Europa.

"River Plate despide a uno de los mejores jugadores de su historia: Alfredo Di Stéfano", dijo el club.

"Adiós y gracias Don Alfredo Di Stéfano, técnico campeón con Boca en 1969 y leyenda del fútbol mundial. Ya es eterno", agregó Boca Juniors en Twitter.

La muerte de Di Stéfano golpeó fuerte en la capital española, donde el argentino vivió la mayor parte de su vida. La comunión del futbolista con el Real Madrid, club del que era presidente de honor, era total. Y la afición lo reverenciaba como a un ídolo por el brillante recuerdo de una época gloriosa.

"El Real Madrid extiende estas condolencias a los madridistas de todo el mundo y a los que sienten con emoción la pérdida del mejor jugador de todos los tiempos", dijo el club madridista en un comunicado.

Adiós desde España

Los integrantes de la actual plantilla merengue, pero también de rivales como el Barcelona, quisieron recordar a un referente al que llamaban cariñosamente el "maestro".

"Don Alfredo, el más grande. Leyenda del madridismo, siempre con nosotros. Siempre le recordaré maestro", escribió el capitán del Madrid y la selección española Iker Casillas en Twitter.

"Es un día triste", dijo Cristiano Ronaldo. "Don Alfredo nos ha dejado, pero su memoria vivirá siempre en nuestros corazones. Las leyendas nunca mueren. Gracias por todo maestro".

"Tú nos hiciste los más grandes. Siempre estarás con nosotros", añadió Alvaro Arbeloa en la misma red social.

El ex delantero argentino fue un jugador universal y vistió las camisetas de las selecciones de su país natal, España y Colombia.

"Descansa en paz Alfredo di Stéfano. Leyenda del fútbol", dijo el barcelonista Andrés Iniesta también a través de Twitter. "Ya corre la `saeta'", añadió el español Xabi Alonso en referencia al apelativo de la "Saeta Rubia" por el que fue conocido en sus tiempos de jugador.

Trayectoria

Cuando Alfredo Di Stéfano llegó a España en 1953, el Real Madrid había ganado solo dos títulos de liga en toda su historia Después del argentino, el club salió tantas veces campeón como el segundo y el tercero juntos.

Nadie ha pesado tanto en la historia del fútbol español como Di Stéfano. El océano Atlántico partió en dos el escudo de su nacionalidad. Para muchos no fue suficientemente argentino ni tampoco español. Pero para el Madrid fue el alfa y el omega. El principio y el final de todas las cosas.

"El Real Madrid no sería lo que es sin Di Stéfano", dijo el lunes Emilio Butragueño, ex futbolista blanco y actual director general del club, tras conocerse el fallecimiento del delantero argentino, a los 88 años. "Cambió la historia del club, porque desde ese momento el Madrid se convirtió en un equipo campeón por su espíritu, que ha dejado impregnado en la camiseta".

"Nos contagió a todos su coraje, su resistencia a perder", añadió.

En 1952, el Madrid invitó a Millonarios de Colombia a disputar un amistoso para celebrar sus bodas de oro. Di Stéfano anotó dos goles y España asistió boquiabierta al despliegue del primer futbolista total de la historia. El presidente madridista Santiago Bernabéu quedó maravillado.

"Quiero a ese argentino", cuentan que dijo a sus colaboradores.

Di Stéfano llegó un año después a la capital española. El polémico traspaso dividió las aguas entre Madrid y Barcelona. Los catalanes siempre esgrimieron presiones del régimen dictatorial de Francisco Franco para retirarse de la pelea por su contratación, que supuestamente tenía atada. La historia, como siempre, va por barrios.

Reto mayúsculo

El Madrid que fichó a Di Stéfano era un equipo relativamente intrascendente en España. Con 50 años de historia, apenas había ganado dos Ligas (1931-1932 y 1932-1933). Bernabéu fio al argentino el reto de dar una vuelta a aquella situación. Y no se equivocó.

Con Di Stéfano nació el Real que asusta en Europa. El del último minuto. El que gana con el escudo. El del miedo escénico que dijo Jorge Valdano. Ese equipo que cuando el partido está muriendo es capaz de remontarlo, como ocurrió en la última final de la Liga de Campeones con el gol sobre la hora de Sergio Ramos contra el Atlético de Madrid.

Los once años que Di Stéfano jugó en España forjaron una leyenda. Marcó 308 goles con la camiseta blanca. El Real Madrid ganó cinco Copas de Europa consecutivas, una Intercontinental, ocho Ligas y una Copa de España. Pero su huella fue más allá de los títulos.

Sin apenas imágenes de televisión, la tradición oral conservó de padres a hijos el relato de un jugador que siempre quería la pelota, que era generoso en el esfuerzo y educado en la derrota. Di Stéfano encarnó como nadie el "señorío" del que siempre hizo gala el Madrid.

"Encarna los valores tradicionales del club. Todos los madridistas se ven reflejados en él", explicó Raúl González Blanco, ex capitán blanco.

"Los que hemos pasado por el Real Madrid sabemos que el club se ha aprovechado de sus valores y virtudes hasta el punto de que se confunden", añadió el argentino Valdano.

Salida dramática

Para comprender al Madrid, hay que entender como salió Di Stéfano. Corría el año 1964 y el Madrid acababa de hincar la rodilla en la final de la Copa de Europa. El Inter de Milán de Helenio Herrera había destronado por 3-1 al cinco veces campeón continental.

Di Stéfano se reunió con Bernabéu y criticó a su técnico Miguel Muñoz, poniendo al club entre la espada y la pared: "O él o yo". El presidente no dudó. Traspasó al ídolo del madridismo al Espanyol de Barcelona y ratificó a Muñoz en el banquillo.

Nadie levantó la voz. Nadie cuestionó la decisión.

Pero la ruptura no duró demasiado. Di Stéfano se marchó pero nunca se fue. Su corazón ya era del Madrid y de Madrid. Se quedó en España como un madrileño más de inequívoco acento porteño. Siempre de restaurante en restaurante -preferiblemente argentino-, pateando sus calles, charlando o fotografiándose con quien se lo pidiera. Trabajó como técnico en Argentina y también en España, incluido el Madrid.

Jamás se desvinculó del club. Di Stéfano pasó a ser don Alfredo. Un referente. El espejo en el que mirarse cuando la cosa no funcionaba y el Barcelona comía palmo a palmo el terreno de tantos años. 
En el 2000, en su primera etapa como presidente del Madrid, Florentino Pérez nombró a Di Stéfano presidente de honor. Era el colofón a más de medio siglo de vida en común.

Cuando Di Stéfano llegó a España, el Madrid tenía dos títulos de liga. Hoy suma 32 campeonatos, por los 22 de Barsa y los 10 de Atlético. Di Stéfano dejó cinco Copas de Europa en las vitrinas del club. Hoy tiene 10. La última fue la ansiada "Décima", que don Alfredo, muy mermado físicamente y en silla de ruedas por sus problemas cardíacos y de diabetes, pudo ver con sus propios ojos esta misma temporada.

"Los muchachos se van a traer la Copa", dijo un día antes de la final de Lisboa. No se equivocaba.

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