Agencias
MÉXICO, D.F.- La historia de Miguel Sabah con los silbantes no es nada favorable, es más, el delantero considera que el arbitraje ha sido injusto con él.

Al hablar sobre los castigos que se le perdonaron a Paulo da Silva y Nicolás Bertolo, y que a él no le redujeron sus dos juegos de reprimenda tras la expulsión contra Toluca, el atacante del Rebaño Sagrado recordó dos capítulos oscuros en su carrera, uno donde le cargaron la mano y le echaron siete partidos de castigo en el Clausura 2008.

“Yo te lo digo por experiencia, porque me ha pasado dos ocasiones antes, fui expulsado injustamente en un América contra Cruz Azul en una bronca donde nunca pegué, me dan siete partidos, después en la semifinal de Cruz Azul contra Morelia que se armó la bronca, en el video salgo separando y me dan un partido", informa Milenio La Afición.

"Yo nunca hablo mal de eso, pero creo que hay veces que uno debe mostrar la molestia porque no es igual, inclusive ellos se basan en video y en el video yo nunca salgo, y dices ‘bueno de qué se trata’, es más evidente los errores que cada vez más se cometen en ese tipo de cosas y no queda más que asimilarlo”.

Hace casi cinco años, el equipo de La Noria peleó todas las instancias para probar la inocencia de Sabah, pero en aquel momento no les dieron una respuesta favorable, por lo que el caribeño prefiere no engancharse ya con los silbantes.

“Se peleó demasiado la vez del Cruz Azul, la ocasión del Morelia también, pero bueno, creo que después de la bronca debieron expulsar de los dos equipos. Ese fue el pretexto, porque no había otro, algún video y siempre aparezco separando gente, entonces por más que el club alegue, pague una multa y demás, si no se quieren ver en desventaja en tomar una decisión, se saldrá perjudicado. No es mi caso, hay muchos, pero no queda más que seguir trabajando, entrenando y evitar ese tipo de problemas”.

En este momento Miguel Sabah viene saliendo de su suspensión de dos encuentros, pues no pudo ver acción ni contra Santos ni Cruz Azul, y argumentó que la pasó mal, pues solo veía el encuentro desde las tribunas.

“Sentí una amargura enorme, ante todo venir como refuerzo de experiencia, eso me queda de amargura porque yo quiero jugar, vengo a jugar, no a estar viendo los partidos desde la tribuna, una amargura enorme, desesperación, saber que vienes a entrenar y no puedes estar el fin de semana, eso también te sirve de experiencia, saber que a veces tienes que guardar las ganas, eso me sirvió de experiencia”.

Para finalizar este tema, el ex jugador de Monarcas declaró que en este momento prefiere no ir fuerte a un choque, ya que sabe que sus antecedentes no son los mejores y tiene la sensación de que lo pueden expulsar una vez más.

“Obviamente, después de lo que pasó, quedas un poco ciscado y no tengo la misma confianza de pelear un balón como lo hago normalmente, levantado el brazo pero sin querer agredir, porque si chocamos me cazarán de nuevo la roja y mejor no, iré más tranquilo a pelear el balón”.  AB