Milenio
OAXACA, Oaxaca.- Cero y van tres. El dominio de la Zona Sur se extendió un año más y ahora faltará ver si la ventaja de local en la final que acaban de asegurar con el resultado de ayer en el Juego de Estrellas, se vuelve a reflejar en la obtención del título.

Aunque es el tercer triunfo consecutivo de los sureños en este evento, fue muy diferente al 2012: mucho pitcheo sureño, inestable del rival, bateo oportuno de los de casa, ofensiva dominada del visitante, juego limpio del Sur y dos pecados de los visitantes, eso dio como resultado un 11-2.

El primer inning fue el resumen perfecto de lo que fue la edición 2013 del evento de media temporada. Mientras Alejandro Soto (de los Guerreros de Oaxaca) retiró dos entradas perfectas, con par de “chocolates”, su contrincante (Jonathan Castellanos de Monterrey), admitió par de indiscutibles, una carrera. Así se fue el resto del choque.

“Se demostró que el pitcheo sigue siendo lo primordial en un equipo. No voy a quitarle mérito a mis bateadores, pero quedó claro que los lanzamientos son la clave de esto, controlaron todo el juego a esa tremenda ofensiva que no pudo hacer nada”, explicó Matías Carrillo, manager de la Zona Sur.

La ofensiva sureña acabó el encuentro con 12 imparables, siendo Luis Borges, de Leones de Yucatán, quien en sus tres apariciones al bat descifró el pitcheo rival y un trío de sencillos, empujando carreras en todos sus turnos, acabando de 3-3, con tres empujadas y dos anotadas.

La fiesta del anfitrión

Oaxaca se preparó para recibir el Juego de Estrellas porque quería que fuera una fiesta. Y fue una celebración totalmente para el anfitrión. Tres innings, tres carreras.

Paul Oseguera, quién trabajó menos de una entrada, lanzó a cuatro bateadores diferentes en su turno.

En el primer rollo, otro de los jugadores clave de la noche, Freddy Guzmán de los Delfines, empezó la fiesta al embasarse con infiled hit, luego con la especialidad de la casa se robó la intermedia, desde donde anotó con sencillo de Bárbaro Cañizares.

La segunda carrera llegó en el siguiente rollo de una forma muy similar. Jesús Castillo, de los Olmecas de Tabasco, se embasó con un hit dentro del cuadro, se estafó la segunda y se escapó al plato con el primero de los tres indiscutibles de Luis Borges.

Una más se dio en la tercera entrada llegó pasaporte a Carlos Gastelum de Tigres, quien luego anotó con sencillo de su compañero de equipo, Douglas Clark.

Dos rallys que mataron

Al acabarse el primer tercio del duelo aún había esperanzas para los del Norte. En ese momento solo eran tres carreras de desventaja, pero al concluir el segundo, ya todo estaba escrito, porque traían encima un pesado 11-2 difícil de remontar.

Los sureños remataron con rallys de cuatro carreras en la cuarta, con la segunda producción de Luis Borges, una más de caballito, y otra impulsada para Douglas Clark; y remacharon con otras tres rayitas en la quinta tanda.

“Ya tenemos la ventaja de localía para el equipo de la zona que llegue a la final, a eso veníamos, a buscarla y ganarla, y lo conseguimos. Y ahora cada equipo debe de pelear en lo que falta de campaña para amarrar el pase a los playoffs y a la final”, comentó Carrillo, quien tiene marca de 2-1 en Juego de Estrellas.

El Norte acabó con la feria de ceros cuando Luis Mauricio Suárez, de los Pericos de Puebla, se voló la barda en la sexta entrada.

Ya con los fríos números sobre la pizarra del estadio Eduardo Vasconcelos, habrá que ver si se mantiene la tendencia que se ha dado en los últimos cinco años, equipo que tiene la ventaja de local en la final, es el equipo que queda campeón.