Ataque racista a jugador de Milán: abandona el partido

Kevin Constant se hartó de los coros racistas en su contra

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Kevin Constant dejó el campo de juego. (ANSA).
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Agencias
MILAN, Italia.- La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) abrió hoy una investigación después de que el jugador francés de Milan, Kevin Constant, abandonó un partido amistoso en Sassuolo, harto de los coros racistas de hinchas locales, según publicó el sitio web de ANSA.

El episodio, similar al que sufrió el enero pasado el ghanés Kevin Boateng, también de Milan, en otro amistoso en Busto Arsizio, sucede en una Italia con altos dirigentes políticos también acusados de racismo.

Adriano Galliani, vicepresidente de Milan, se solidarizó con Constant y condenó el episodio, pero reiteró que los jugadores no pueden abandonar el campo por propia decisión, en línea con la disposición que tomó la FIFA tras el caso de Boateng. "Solidaridad absoluta a Constant porque son cosas injustificables, pero lo dije, lo repito y le escribí a todos que no se puede dejar la cancha. El único autorizado a suspender los partidos es el árbitro", dijo Galliani.

"El racismo no tiene excusas y los racistas no merecen tolerancia. A partir de hoy no la tendrán más. No se trata de defender a un jugador o al deporte, sino un mundo civilizado", afirmó un comunicado del Milan, cuyo patrón es el expremier Silvio Berlusconi. 

En "el enésimo episodio de vulgar intolerancia racista", Constant no debió dejar el campo, "aún podiéndose comprender sus razones", porque las intervenciones contra "quienes ofenden la dignidad humana" deben ser tomadas por las autoridades", añadió el comunicado. 

Cuando fue atacado Boateng, seis fanáticos fueron condenados con penas de entre 40 días y 2 meses, más el pago de costas judiciales, como podría suceder si se identifica a los agresores de ayer de Constant, en un amistoso por el Trofeo Tim. 

Luca Caselli, alcalde de Sassuolo, en la región de Reggio Emilia, norte de Italia, negó que su ciudad sea racista, afirmó que jamás sucedieron episodios racistas en partidos de Series B o C y afirmó que él estaba ayer en la tribuna y no escuchó coros en contra de Constant. "Nadie entendió por qué salía Constant, yo pensé que lo habían expulsado. Tal vez escuchó algo de parte de un cretino", agregó Caselli, aunque el vicealcalde de Reggio Emilia, Ugo Ferrari, fue en cambio mucho más duro.   

"Lo que sucedió es grave, hay que condenarlo, no pertenece a Reggio Emilia ni al deporte. El racismo es negación de la persona y por eso no podemos ser indiferentes ni aceptar las ofensas, hay que sacar a esa gente de los estadios", dijo Ferrari.
 

Sassuolo es un club de provincia que ascendió a la Serie A y que ahora corre riesgo de sanción por "responsabilidad objetiva" ante la conducta de sus fanáticos.

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