Brillantes atletas víctimas del Holocausto

En especial se recuerdan los casos del velocista Otto Herchsmann, el gimnasta Albert Flatow y el esgrimista Oskar Gerde.

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El velocista Otto Herchsmann es recordado hasta la fecha. (Agencias)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- El Holocausto, que cobró la vida de unos seis millones de judíos en las décadas de los 30 y 40, tocó el alma del deporte, en especial por los decesos de atletas como el velocista Otto Herchsmann, el gimnasta Albert Flatow y el esgrimista Oskar Gerde.

Estos son sólo tres ejemplos de deportistas que brillaron en sus disciplinas y que por tener sangre judía fueron víctimas de los campos de exterminio.

En 1933, indica Notimex, atletas con orígenes judíos o gitanos fueron duramente criticados en vísperas de los Juegos Olímpicos Berlín 1936. Los competidores no sólo quedaron excluidos de sus deportes, sino de las instalaciones y desafiliados de las asociaciones a las que pertenecían, a pesar de estar entre los mejores en sus especialidades.

Tal fue el caso del boxeador aficionado Erich Seelig, quien fue echado de Alemania y repatriado en Estados Unidos por su origen judío, así como el tenista Daniel Prenn, alejado del equipo Copa Davis de Alemania, y la saltadora de altura Gretel Bergmann, quien no pudo ser seleccionada para Berlín 1936.

En parte debido a todos estos casos, los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 sufrieron duras críticas y estuvieron al borde de la cancelación.

Incluso, Estados Unidos manifestó que la situación política judía-alemana no debía pasar al ámbito deportivo, porque el evento atlético tenía carácter netamente deportivo y los participantes debían estar alejados del tema.

También surgieron algunos intentos de boicot que apoyaron Gran Bretaña, Francia, Suecia, Checoslovaquia y los Países Bajos. Pero sólo quedaron en el intento.

Luego de esta justa, que tuvo una histórica participación, Adolfo Hitler asumió la cancillería y aplicó un duro régimen en la nación, a tal grado de hablarse de una persecución del regimen nazi contra deportistas de origen judío.

Sin embargo, a pesar de la realización de la máxima justa deportiva, algunos de los atletas sufrieron en carne propia esta persecución a tal grado de llevarlos a la muerte de manera violenta.

 

Nadador de plata

Uno de los deportistas que sufrió de la segregación racial fue el nadador austriaco Otto Herschmann, quien obtuvo la medalla de plata en los 100 metros estilo libre en la cita de Atenas 1896.

Por su condición de judío, Herschmann fue enviado en 1942 a un campo de concentración en la extinta Yugoslavia, pero fue desviado hacia el campo de exterminio de Sobibor y falleció en la cámara de gas en el campo de Izbica ese mismo año.

Otro de los casos fue el del equipo femenino de gimnasia holandés, ganador de la medalla de oro en Amsterdam 1928, del cual cuatro de sus integrantes eran de raza judía: Helena Nordheim, Anna Polak, Estella Agsterribe y Judikeje Simons, quienes fueron asesinadas con gas en el campo de concentración de Sobibor, en Polonia.

Así como los gimnastas holandeses Mozes Jacobs y el entrenador Gerrit Kleerekoper, también terminaron su vida por el simple hecho de ser judíos, en 1943.

 

Muerto de hambre

El gimnasta Alfred Flatow, oro en barras paralelas en Atenas 1896, a los 73 años de edad, fue deportado al campo de Theresienstadt, en Praga, donde murió de inanición.

Otro de los casos fue el del esgrimista Oskar Gerde, medalla de oro en sable por equipos en Londres 1908 y Estocolmo 1912, quien murió en el campo de concentración de Mauthausen.

Estos casos son los más representativos que se registraron en el deporte olímpico en este suceso que conmocionó al mundo y que este domingo se conmemora con el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

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