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CIUDAD DE MÉXICO.- Esta vez el fracaso alcanzó a Diego Maradona en su primer partido con Dorados al desplomarse 1-0 ante Alebrijes de Oaxaca, en la jornada nueve del Ascenso Mx. La escuadra de Sinaloa mostró un juego parco y de nueva cuenta el protagonista fue ‘el Pelusa’, quien terminó haciéndose de palabras con los árbitros. 

Alfonso Sánchez anotó el tanto con el que Oaxaca eclipsó el llamado efecto Maradona en el plantel sinaloense. Alebrijes llegó al lugar siete con 12 puntos al tiempo que Dorados se quedó con seis unidades en el peldaño 12, informó el portal de la Jornada. 

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En cuanto el balón rodó en el césped, Maradona se convirtió en presa del nerviosismo. En los primeros instantes del partido disputado en el Instituto tecnológico de Oaxaca, el Diez se dejó llevar por el frenesí, dio vueltas en el área técnica y lanzó órdenes, pero la euforia fue cayendo con el trasncurrir de los minutos. 

En el terreno de juego los Dorados sufrían y les era complicado mantener el balón bajo su dominio. Oaxaca era más estratégico, aunque tampoco arriesgaba mucho y el duelo se cerró en la media cancha, hasta que los locales aprovecharon fallas en la zaga rival poner el único tanto del juego. Édgar Alaffita filtró un pase para Alfonso Sánchez, quien superó a la defensa y definió al frente de la portería para desatar el festejó entre los más de 8 mil asistentes, la mejor entrada que ha tenido Oaxaca en la temporada. 

Alegría y llanto 

Dominado por la euforia, Sánchez corrió a festejar con el técnico Ricardo Rayas, mientras Maradona lamentaba el gol en contra. 

La escuadra del Gran Pez intentaba presionar. Para ese momento el Diez había perdido intensidad, era mesurado en sus reacciones. 

En el complemento, Dorados apenas puso un poco de peligro y Maradona pasó de la euforia a la pasividad con un ceño reflexivo. 

El zaguero de Oaxaca, Luis Venegas, cometió una mano y el árbitro Aldo Cano no la marcó, poco después erró al señalar a Fernando Arce una infracción que no cometió. 

El silbatazo final sonó y Dorados no pudo brillar en la cancha. Maradona salió con el coraje entre los dientes y reclamó un penal al árbitro, inconforme por la caída.