Agencias
MANCHESTER, Inglaterra.- El español Álvaro Negredo se anotó un "hat trick" y el Manchester City consiguió una ventaja prácticamente definitiva en la ida de las semifinales de la Copa de Liga, al aplastar el miércoles 6-0 al West Ham, que sufrió su segunda humillación en cuatro días.

La invitación para el Estadio de Wembley, donde cumpliría su primera aparición en la final desde 1976, no podría estar más a la mano del City después de la paliza, construida también con dos tantos del bosnio Edin Dzeko y otro del marfileño Yaya Toure, informa The Associated Press.

El resultado agravó la situación del West Ham y de su asolado técnico Sam Allardyce, cuyo equipo, amenazado por el descenso en la liga, cayó 5-0 el domingo en la Copa FA, ante el Nottingham Forest de la segunda división.

"Esto no sólo nos ocurre a nosotros, ¿o sí?", preguntó Allardyce. "El Manchester City les ha hecho lo mismo al Tottenham y al Manchester United. Sabíamos que nuestra oportunidad consistía en que ellos tuvieran una mala noche, y no fue así".

Sunderland se impuso el martes 2-1 al Manchester United en la ida de la otra semifinal. Los cotejos de vuelta se realizarán en un par de semanas.

Descanso inútil

Allardyce envió a la cancha un plantel alterno frente al Forest para asegurar que sus principales jugadores estuvieran listos para el cotejo del miércoles. Al parecer, el descanso no sirvió.

El conjunto londinense fue apabullado por un City que elevó su cuota goleadora en el Etihad a 59 goles en 15 partidos de la presente campaña. Por momentos, el espectáculo fue vergonzoso o incluso cruel. Los locales les pusieron un baile a los adversarios y Negredo llegó a 18 dianas en su primer año con el City.

"No es fácil jugar mejor de lo que él ha jugado hoy", dijo el técnico chileno del Manchester City Manuel Pellegrini, en referencia a Negredo. "Realmente dio un partido redondo".

El City tuvo todos los adjetivos de los que careció el United frente al Sunderland. Fue certero, dinámico e inmisericorde frente al arco. La diferencia entre los dos rivales de Manchester no había sido mayor en una generación.