Ponce corta dos orejas y sale en hombros de la México

Los mexicanos Juan Pablo Sánchez y Juan Pablo Llaguno fueron despedidos con merecidos aplausos por su actuación en el ruedo.

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El torero español Enrique Ponce al celebrar su triunfo en la decimotercera corrida de abono en la Monumental Plaza de Toros de México, en la Ciudad de México. (EFE)
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EFE
MÉXICO, D.F.- Con un interesante festejo se inició la segunda parte de la temporada 2014-2015 en la Monumental Plaza México, con un Enrique Ponce que cortó dos orejas y salió a hombros, mientras que los mexicanos Juan Pablo Sánchez, con una oreja en el séptimo de regalo, y Juan Pablo Llaguno, obtuvieron saludos y ovaciones.

Los tres toreros hicieron gala de una tauromaquia en la que el temple en el trazo fue la esencia, mientras que el rejoneador Emiliano Gamero, también saludó en el tercio.

Con una entrada de unas 18 mil personas los diestros lidiaron un toro de Rancho Seco para rejones y siete, uno de ellos de regalo, del hierro de Teófilo Gómez. Todos estuvieron manejables en términos generales, pero destacó el segundo de la lidia ordinaria, que fue a más y mejor toreado fue premiado con el arrastre lento.

Gamero, que abrió la sesión con el astado de Rancho, logró una buena actuación, tras arrancar el toreo con la garrocha.

Siguió con rejones de castigo, banderillas con quiebros, pero mató de un pinchazo y rejonazo trasero. Saludó en el tercio y gustó a la gente.

Llaguno, en la lidia ordinaria con el toro de la confirmación del doctorado, tuvo una labor torera, solvente, tranquilo y firme.

Realizó un toreo elegante y con clase, mató de media y tres descabellos con salida al tercio. Con el sexto igualmente enseñó momentos elegantes con el capote y la muleta. Mató de una magnífica estocada, obtuvo una leve petición de oreja y recibió saludos en los tercios.

Ponce, que reaparecía en la plaza México, lo hizo con un triunfo que dejó satisfecho a sus seguidores. En su faena en que, como el toro, fue de menos a más, lo sometió a su arbitrio entre aplausos.

Tras una estocada ligeramente desprendida consiguió dos orejas y se reconcilió con la gente. Con el cuarto astado, el más difícil del encierro, estuvo muy torero y profesional. Lo intentó todo, lo liquidó con habilidad y escuchó palmas.

Sánchez, también dejó constancia del sentido del temple que posee. Al tercer toro, con poco fuerza, a pesar de emplear todas sus armas para intentar sacarle el mayor partido, lo mató pronto y obtuvo silencio.

Estuvo mejor con el quinto, en una faena con sello propio, aunque lamentablemente lo mató tras dos intentos y tres descabellos. Recibió ovación en el tercio. Regaló un séptimo, confirmando que ya es un torero cuajado, que dará mucho de si en un futuro inmediato. A este último lo mató de una magnífica estocada, y recibió una oreja.

Ponce, salió a hombros y Gamero, Sánchez y Llaguno fueron despedidos con merecidos aplausos.

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