Agencias
HOUSTON, Texas.- El entrenador de los Texans de Houston, Gary Kubiak, se desplomó el domingo justo cuando concluyó la primera mitad del partido nocturno contra los Colts de Indianápolis, y fue llevado en ambulancia a un hospital, informa AP.

Kubiak se agachó y cayó de rodillas cerca de la línea de la yarda 24, y fue rodeado de inmediato por personal médico. Se le retiró del terreno en una camilla, y un carrito lo llevó a la ambulancia.

Los Texans no precisaron cuál fue el problema, pero negaron que se haya tratado de un infarto cardiaco. El equipo informó que el entrenador de 52 años estaba consciente y se encontraba con su familia mientras se le llevaba a la clínica.

El coordinador defensivo Wade Phillips se hizo cargo de las funciones de entrenador en la segunda mitad del encuentro.

El problema con Kubiak se presentó un día después de que el entrenador de los Broncos de Denver, John Fox, fue hospitalizado en Carolina del Norte, mientras espera una cirugía para reemplazarle una válvula aórtica. Fox, de 58 años, se someterá a la intervención quirúrgica en unos días, y se perderá varias semanas al frente de los Broncos, mientras se recupera.

Kubiak es reconocido desde hace años como uno de los mejores entrenadores de ofensivas. Fue el mentor de los quarterbacks en Denver, bajo las órdenes del entrenador en jefe Mike Shanahan, y ahora imparte sus enseñanzas a Matt Schaub y Case Keenum, en Houston.

Se desconocía públicamente que Kubiak tuviera algún problema de salud.

Desde 2006 está con Texans

Fue contratado en 2006, junto con el gerente general Rick Smith, después de que los Texans finalizaron una campaña con una foja de 2-14, la peor en la historia de la franquicia. Smith pasó 10 años con Kubiak, mientras el entrenador fungía como coordinador ofensivo de los Broncos.

Durante cuatro campañas, Smith fue asistente defensivo de Denver, antes de mudarse a labores administrativas durante sus últimos seis años con los Broncos.

Ambos han ayudado a transformar a los Texans, que comenzaron a jugar en la liga en 2002. Houston era el hazmerreír de la NFL y poco a poco ha ido ganando respeto.