Toro deja grave a torero: cuerno le llegó a base del cráneo

Es la segunda vez que Saúl Jiménez Fortes sufre una cornada en el mismo lugar, en menos de seis meses.

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Una cornada, durante un festejo este domingo, en Salamanca, volvió a poner en peligro la vida del matador Saúl Jiménez Fortes. (EFE)
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Javier López/EFE
MADRID, Esp.- A sus 25 años, el joven torero Saúl Jiménez Fortes lleva ya marcadas en su cuerpo un número importante de cornadas, pero la más grave, sin duda, la que sufrió ayer en el cuello en Vitigudino (Salamanca), un severo percance que le mantiene estable dentro de la gravedad en la UVI del hospital Clínico de Salamanca.

Fortes se encuentra sedado y entubado, y bajo una extrema vigilancia médica, pues, aunque los médicos informaron que su vida no corre peligro, la cornada le dañó la cara, afectó la lengua y la región nasal, además de destrozar el paladar y alcanzar la base del cráneo.

Los doctores que le operaron ayer de madrugada por espacio de cuatro horas han pedido a la familia y a su entorno que tengan paciencia, que hay que esperar, al menos, 24 ó 48 horas para poder hacer una evaluación más precisa sobre su evolución, y de los daños y posibles secuelas que puedan quedar.

La situación es de máxima tensión y, sobre todo, preocupación. El torero, según el breve parte médico emitido esta mañana, se encuentra "estable dentro de la gravedad".

Saúl Jiménez, por su estilo de toreo, ha sido, con frecuencia, blanco de los pitones de los toros

Su padre, Gaspar Jiménez, quien fue banderillero, y su madre, la torera Mary Fortes, llegaron anoche a la capital salmantina, y, desde entonces, no se separan de la puerta de la UVI, acompañados en todo momento por su hija, Verónica, miembros de la cuadrilla y el apoderado de su hijo, Nemesio Matías.

Fortes fue corneado al recibir de rodillas con el capote a su primer toro, de la ganadería de Orive, del festejo celebrado ayer en la localidad salmantina de Vitigudino. El astado le arrolló contra las tablas, metiéndole el pitón por debajo de la barbilla, levantándole hacia arriba y provocando una importante hemorragia.

El torero fue estabilizado en la enfermería de la plaza, y fue trasladado de urgencia a Salamanca, donde fue intervenido por espacio de cuatro horas y media, hasta casi las 03:00 de la madrugada.

El concepto del toreo de Saúl Jiménez Fortes, de apabullante quietud y valor, le ha hecho convertirse en uno de los espadas más castigados por los toros en los últimos años, enfrentado con la tragedia y con su propia mala suerte, pues la de ayer es la segunda cornada que sufre este año en la misma zona, en el cuello, después de la que cobró también hace tres meses en la Feria de San Isidro.

La imagen del torero taponándose la herida del cuello antes de ser llevado por las cuadrillas a la enfermería de la Las Ventas dio la vuelta al mundo.

La fortuna, aquella vez, estuvo de su parte, ya que, a pesar de los momentos tan delicados que también se vivieron, al final resultó ser una herida limpia de la que se recuperó antes de lo que se podía imaginar.

Pero es que un año antes, y también por San Isidro, Fortes fue también uno de los protagonistas de la ya histórica tarde en la que, por percance de los tres toreros, la corrida tuvo que ser suspendida a la muerte del tercer toro. Entonces sufrió una fuerte cornada en el muslo, muy parecida a la que padeció también en 2011 cuando aún era novillero.

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