Agencias
BELO HORIZONTE, Brasil .- Brasil espantó los fantasmas de su derrota en las semifinales del Mundial de 2014 al despachar el jueves 3-0 a Argentina, cuya campaña por clasificarse a la siguiente cita se complica cada vez más.

Goles de lujo de Phillipe Coutinho y Neymar en el primer tiempo y de Paulinho en la segunda mitad sentenciaron la quinta victoria consecutiva de Brasil, que se consolidó como líder de la carrera sudamericana hacia Rusia 2018.

El equipo de Tite regresó al estadio Mineirao de Belo Horizonte por primera vez desde la nefasta derrota de 7-1 ante Alemania hace dos años, cuando dejaron a sus hinchas llorando en las tribunas.

Pero todo fue sonrisas el jueves con una contundente victoria en el clásico sudamericano que puso en evidencia la crisis de juego de la "albiceleste".

Pese al regreso de su astro Lionel Messi, Argentina enlazó su cuarto partido consecutivo sin ganar -y segunda derrota seguida- para seguir atascada en el sexto puesto con 16 puntos. Eso implica que ni siquiera podría disputar el repechaje.

"Dentro de todo lo malo, lo bueno es que dependemos de nosotros pero no podemos regalar más puntos", señaló Messi, empleando también una palabra altisonante para valorar el mal momento.

Cumplidas 11 fechas, Brasil lidera con 24 puntos, por delante de Uruguay (23) y Colombia (18), Ecuador y Chile (ambos con 17).

Los cuatro primeros se clasifican directamente, mientras que el quinto -de momento Chile- enfrentará al primero de Oceanía.

Aún quedan siete fechas, pero Argentina necesita despertar pronto. Frágil en defensa y estéril en sus circuitos de creación, el equipo de Messi pudo haber sufrido una derrota más abultada ante Brasil.

"Las fuerzas están intactas. Para que cierre la clasificación falta mucho", afirmó el técnico argentino Edgardo Bauza.

Neymar y compañía arrasaron sin brillar mucho.

Luego de un inicio espeso del partido, Argentina intimó la primera jugada de peligro a los 23 minutos, al conectar Lucas Biglia un disparo que el arquero brasileño Alisson supo desviar al tiro de esquina.

Con un Neymar desatado, Brasil sacó a relucir su mejor pegada. Asistido por Neymar, Coutinho abrió el marcador a los 25. El volante de Liverpool se tomó todo el tiempo del mundo para conducir el balón por la izquierda, hizo un recorte y definió con un bombazo desde 20 metros que batió al arquero Sergio Romero.

"Esperaba más dificultad, pero las circunstancias del juego y la movilidad de Coutinho generaron una superioridad numérica en el medio que nos permitió infiltrarnos y anotar el primer gol", comentó Tite. "Argentina adelantó líneas y a partir de eso tuvimos más espacio para maniobrar".

El 2-0 cayó justo antes del descanso. Gabriel Jesús avistó a Neymar, quien le ganó las espaldas a los defensores argentinos, para su cuarto gol de estas eliminatorias y su número 50 con la selección.

Neymar fue claro vencedor en el duelo personal con Messi, su compañero en el Barcelona. El argentino no tuvo otro remedio que bajar a la mitad de la cancha para generar juego y las únicas veces que insinuó peligro fue cuando le tocó cobrar faltas.

"Cuando nos golpean nos cuesta levantarnos", reconoció Messi, quien se perdió las tres fechas previas de las eliminatorias por una lesión de rodilla.

Sergio Agüero ingresó por Enzo Pérez tras el descanso, pero el trámite se mantuvo intacto.

Una intervención de Paulo Zabaleta le ahogó el grito de gol a Paulinho a los 55, luego que el volante del Guangzhou Evergrande chino había esquivado a Romero.

Pero cuatro minutos después, Paulinho puso el 3-0 definitivo tras una jugada armada por Marcelo y Renato Augusto.

La última media hora fue un verdadero paseo brasileño ante una Argentina impotente, que intentará levantar cabeza cuando el próximo martes reciba a Colombia en San Juan.

"Somos más que conscientes de que hay que cambiar mucho en el juego", afirmó Messi. "El margen de error es cero".

(Información de The Associated Press/Mauricio Savaresse)