Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Si se mira bien el pasado del argentino Ricardo Valiño, técnico del Puebla, podría causar cierta envidia. Retirado a los 30 años, comenzó a trabajar en fuerzas inferiores en equipos como San Lorenzo, River Plate y Vélez Sarsfield.

Compartió conceptos con Manuel Pellegrini y Diego Simeone, además de que por sus manos pasaron chicos que después se hicieron buenos jugadores internacionales como Pablo Zabaleta, Ezequiel Lavezzi, Leandro Romagnoli o los hermanos Funes Mori.

Vino a México para dirigir a Venados de Mérida en el Ascenso y ahora el Puebla le entrega la oportunidad de debutar en Primera División, “aunque ya había sido interino en San Lorenzo y River Plate”, comenta, de entrada.

Valiño tiene jugando bien al Puebla con esos sistemas ofensivos transforman a los adultos en niños al celebrar los goles.

Al tener tantos jugadores de buen pie, sobre todo en mitad de cancha, el equipo tiene buena posesión y eso ayuda a canalizar lo que pretendo desde la estrategia.”

Su primera aventura en México fue con Venados de Mérida y, aunque breve, no lo tomó como un escarmiento, sino todo lo contrario.

"Mérida me trajo a México porque estaban antepenúltimos y gracias a Dios los clasifiqué en tres liguillas consecutivas saliendo del problema porcentual con un bajo presupuesto. Después me llamaron de Lobos, que tenía mas o menos esa situación y pasó lo mismo: clasificamos tres veces a liguilla; entonces, las cosas se han hecho bien.”

Renunció a la oportunidad de dirigir en Argentina, “porque me habían salido bien las cosas en inferiores, pero ya estaba la oferta en México”. Sin embargo, tiene que pagar derecho de piso en la Liga MX.

"Tomo con naturalidad que me digan debutante, novato o que no me conozcan, no puedo adelantar el tiempo. Si el equipo gana, obviamente van a decir cosas buenas de mí”, concluye.

(con información de Excélsior)