Gris corrida inaugural en la Plaza 'Mérida'

Juan Pablo Sánchez corta una oreja; todos los astados son pasados solamente con un piquete.

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Juan Pablo Sánchez (foto) sí cortó una oreja, pero Alejandro Talavante se quedó con las ganas. (Milenio Novedades)
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Russell Gutiérrez Vales/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Solitaria oreja cortó Juan Pablo Sánchez este domingo en la corrida inaugural en la Plaza de Toros “Mérida”, en una tarde soleada con algo de viento, con poco más de media plaza en los tendidos -una muy pobre entrada- pero la afición es sabia y jamás se equivoca.

Se lidiaron cinco toros de Teófilo Gómez, chicos de edad, algunos sin presencia y otros justos, débiles y complicados en juego y uno de Celia Barbabosa, muy chico y muy cornicorto, pero de noble embestida, que metió el morro por la arena y al que Juan Pablo le cortó una oreja.

La suerte de varas en esta ocasión no existió. Todos los astados fueron pasados solamente con un piquete. Si esto continúa, es una suerte que está destinada a desaparecer o desaparecerá junto con la fiesta; las cuadrillas se cansaron de dar de vueltas a los toros, lo que está prohibido en el reglamento. Una corrida inaugural para el olvido.

Homenaje con aplausos

Al inicio del festejo se solicitó un minuto de aplausos en memoria del banderillero yucateco Victor Miranda “Mirandita”, recientemente fallecido. Juan Pablo Sánchez sorteó lo único bueno del encierro y lo aprovechó al máximo. 

Su primero, de nombre “Campero”, de Celia Barbabosa, que parchó el encierro, fue pitado de salida por amplio sector del público; un toro chico y muy cornicorto, con el capote sólo 3 “verónicas”, un “puyacito” y un primer par de banderillas muy bueno. 

Comienza su faena doblándose con el toro, con la zurda logra los mejores muletazos de la tarde que le son coreados fuertemente por el público. 

El toro es un dulce que mete el morro por la arena y el torero lo aprovecha al máximo; con la derecha no se acomoda y vuelve a la zurda que es el lado bueno del toro, todo en el centro del ruedo, termina de entera de rápidos efectos, la autoridad concede una bien ganada oreja, que el torero pasea por el ruedo.

Talavante y 'Llanero'

Alejandro Talavante enfrentó a “Llanero”, que abrió plaza y temporada, un toro negro mulato, bragado, anovillado, que fue protestado de salida. Bien con la capa, siendo ovacionado; quita por mandiles y larga, la gente está con el torero. 

Con la muleta buenos pases con la derecha y la izquierda, luego muletazos dejándose enganchar lo que desluce la faena, el toro ya esta rajado y se refugia en tablas, termina de estocada trasera; el toro tarda en doblar y la gente se enfría. Petición de oreja que no es concedida, el público lo hace salir al tercio.

Arturo Saldívar estuvo en el ruedo luciendo su esbelta figura y nada más. La cuenta sigue aumentando y ya nos debe no una sino dos o tres tardes triunfales.

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