Agencias
CANCÚN, Quintana Roo.- El draft de este año fue reventado por dos jugadores: Jürgen Damm y Alan Pulido. El primero por el precio tan alto en que fue traspasado de Pachuca a Tigres, y el segundo es la esperanza del ataque de Chivas, que ya hizo la inversión de comprar 50 por ciento de su carta y debe convencerlo para que deje su disputa con los felinos ante el TAS y vuelva a México, publica Milenio La Afición.

A Damm le bastó con correr 35.23 kilómetros por hora con balón controlado (según un estudio sin aval o_ cial) para convertirse en el jugador más cotizado de este año. Sí, porque la etiqueta que le colgaron de ser el segundo jugador más rápido del mundo —solo detrás de Gareth Bale— fue bien empleada, y divulgada, por Pachuca para encarecer al canterano de 22 años.
Tigres desembolsó unos 10 mdd para quedarse con él, pagó lo que Pachuca quiso. Los Tuzos metieron gol.

Nadie duda del talento de Jürgen, pero su nivel aún no es la de una estrella que pueda reventar una Liga (aunque Tigres piense que sí). El de Tuxpan, Veracruz, tiene 68 partidos en la Primera División, 54 como titular, apenas 30 completos, y 4 goles es la cuota que ha aportado. Estos números han provocado que la selección no lo haya tenido en cuenta sino hasta marzo de este año cuando lo llamaron para los juegos contra Ecuador y Paraguay.

Al final de esa gira, solo pudo acumular seis minutos con la playera nacional; ahora, espera ser de los convocados para la Copa Oro, en julio, y así comenzar de manera formal su carrera en el Tri.

Así, con estos modestos números bastó para que la Roma de Italia pusiera sobre la mesa una oferta de 8 millones de dólares. Cantidad que a la directiva del Pachuca se le hizo insu_ ciente, querían mínimo 10 millones, cantidad similar a la que vendieron a Héctor Herrera al Porto (aunque para ese entonces, Herrera ya había ganado una medalla olímpica y era indiscutible en el equipo).

Y con esta consigna llegaron los Tuzos al draft. El martes batearon a un Cruz Azul, que al saber las cifras decidió hacerse a un lado: "es un precio que solo se puede pagar en Europa", dijo Agustín Manzo, director deportivo de La Máquina.
Luego, habló Andrés Fassi, vicepresidente de Pachuca, para decir que tenían dos ofertas de Europa y tres de México, y que a su joya no la iba a vender por menos dinero.

Chivas hizo el intento y se enfrascó con Tigres en una lucha de resistencia. Al final quedó solo el equipo felino, en una negociación de horas para pulir los detalles. Diez millones por la carta de un jugador cuyo mayor logro (hasta el momento de su carrera) es correr 35.23 kilómetros por hora. La velocidad de Damm fue clave para inflar un draft muy desangelado.

El problemático

El gran fichaje de Chivas para esta temporada se le puede escurrir como el agua: Alan Pulido. El delantero que ha protagonizado una telenovela de casi un año con Tigres, ahora tendrá que lidiar con un tercer personaje que en este caso es El Rebaño.

Y es que Chivas quería comprar y Tigres estaba desesperado por vender. Sin embargo, esta negociación no avanzaba ni para atrás ni para adelante debido a que Tigres esperaba un sí concreto del jugador para ser negociado en este draft.

Esa respuesta nunca llegó de forma clara y contundente como lo quería le gente de Tigres. Pero al final de la jornada, la insistencia de Chivas provocó que hicieran un acuerdo algo inusual: 50 por ciento de la carta de Pulido, pero ahora el club tendrá la responsabilidad de convencer al jugador de que regrese a México.

"Llegamos a un acuerdo de 50 por ciento, ahora lo está buscando la gente de Chivas, si no quiere, se queda en la institución en la que estaba antes", dijo Alejandro Rodríguez, presidente de Tigres.

Chivas se llevó la otra gran bomba, y la apuesta más arriesgada del draft; si Pulido mantiene el deseo de seguir peleando por quedarse en Europa, se queda sin jugador.

A esto, Néstor de la Torre, presidente de Chivas, resumió el día, la apuesta, el riesgo: "hay que hablar con Alan, pero es una apuesta interesante".