Agencias
MÉXICO, D.F.- Mil Máscaras tiene más de mil historias y anécdotas qué contar de su trayectoria luchística, y este sábado compartió algunas con decenas de aficionados que se dieron cita en el Museo del Juguete Antiguo México.

Pasado el mediodía el legendario gladiador, con un elegante traje rojo y máscara tricolor, acudió al museo donde se presentó ante adultos, jóvenes y niños, quienes lo interrogaron en la primera conferencia de leyendas del deporte mexicano que se darán en el lugar.

El enmascarado abrió con un mensaje para todos los ahí presentes, al asegurar que en sus 51 años como profesional siempre se ha preparado, pues "el éxito tiene un precio y ese es trabajar más que los demás, eso te lleva al éxito".

El gladiador, quien ha hecho más de 100 viajes a Japón y participado en distintas películas, habló de dos momentos especiales de su mamá, que le dio una lección que jamás olvidó y quien falleció mientras él se encontraba en Japón, recordó que siendo joven y tras ganar un torneo deportivo se sentía admirado, pero su progenitora lo "bajo de su nube", pues para sorpresa del multifacético luchador lo puso a barrer afuera de su casa y a echarle agua a la banqueta.

"Cuando terminé ella me dijo: 'Usted no es santo, no tiene aureola, no se eleve. Entre más fama, más humildad; entre más poder, más humildad; entre más dinero, más humilde, siempre al nivel de todos', y sigo igual de humilde", rememoró.

Con triunfos en los cinco continentes, fue cuestionado de qué había sido difícil para él en su carrera, y comentó que estar lejos de México cuando falleció su mamá, pero "qué podía hacer? Esa noche luché y cumplí con mis obligaciones". También le preguntaron de históricas rivalidades con los también legendarios Canek y Perro Aguayo, con los que nunca se formalizó una lucha de apuestas “porque nunca firmaron”, comentario que provocó risas.

Deportista de toda su vida, quien fue torero y que practicó muchos deportes, no quiso ahondar en el tema de la lucha actual, pero dijo que ahora “aparecen casi los mismos personajes”, aunque manifestó su total respeto a quienes tienen esta profesión, sean buenos o malos. También habló de su máscara favorita, de que piensa poner un museo en un futuro con todos sus equipos, máscaras y vestimenta, y dejó en claro que “llenaba arenas y sigo llenando, estaba al nivel de cualquiera y sigo estándolo”.

Antes de pasar a la firma de autógrafos y fotografías, agradeció a la lucha libre todo lo que ha hecho y hace, que es viajar por el mundo, “en primera clase, como lo mejor, duermo en los mejores hoteles, hago lo que me gusta que es luchar y además me pagan”.

(Con información de Notimex)