Gana Rodrigo Álvarez en inicio de Copa Joan Andrews

La competencia en el Club Hípico del Sureste cumple 40 años con la participación de medio centenar de jinetes.

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El jinete Rodrigo Alvarez, con 'Shadow', fue el ganador de la categoría Jocker en la Copa Joan Andrews. (Christian Ayala/SIPSE)
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William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Cuando se habla de hipismo en Yucatán forzosamente hay que referirse a Joan Andrews, considerada la pionera de esta disciplina en el Estado, que comenzó a promover hace unos 40 años y hoy en día, orgullosa menciona que esa pasión y amor hacia los caballos fructificó con más de 200 jinetes registrados en la entidad y cinco hípicas

Para esta edición de la Copa Joan Andrews, que comenzó ayer, toman parte unos 50 jinetes,  que durante tres días se disputarán los primeros lugares de las distintas categorías.

En esta primera jornada se compitió en “Jocker” en las categorías de 0.75 metros, 0.90-1.00 metros, 1.10 m a 1.15 m, y en 1.25 m, siendo Rodrigo Alvarez , con “Shadow”, el ganador de la primera categoría con 1,190 puntos.

En segundo puesto quedó Katherine Ambrosio, que con “Carisma” sumó 1,180 unidades. Las pruebas continuarán hoy sábado en punto de las ocho  horas y seguirán  mañana domingo, cuando se tenga a los ganadores.  

“Esto no es una competencia, es una convivencia familiar, en la que al margen de los resultados, lo que se promueve es transmitir la alegría y cariño que tenemos hacia el noble caballo”, expresó Joan Andrews, mientras observaba como se desarrollaba la competencia.

“El Club Hípico es un sueño hecho realidad”, agrega y recuerda que cuando comenzó a promover el hipismo fue en los años 70, en la hacienda Tamanché, con siete miembros.

De pelo blanco, trato cordial y amable, la señora Andrews admite ser una apasionada por los caballos, y que se ha transmitido ya en cuatro generaciones en su familia.

“Mi mamá Margarita era jinete y yo desde los cuatro años de edad comencé a montar. Tenía un poni, en Virginia, Estados Unidos –de donde es originaria- y luego su hija y nieta siguen esa pasión”, indica orgullosa, mientras abraza precisamente a su nieta Tatiana Holder, de 20 años, quien en la primera jornada compitió con seis caballos.

“Esto es algo que disfrutamos, es una pasión que traemos en la sangre”, añade Tatiana, que tras darle un rápido beso  y abrazo a su abuelita, corre en busca de “Cacharal” su caballo con el que iba a continuar su competencia en la categoría 0.90 a 1.00 metro, misma en la que antes, saltó con “Dale”.

Ampliamente conocedora del comportamiento de los equinos, la señora Andrews menciona que al caballo hay que transmitirle mucho cariño,  confianza. No hay que castigarlo, hay que tenerle paciencia, pues es un animal noble.

“Cuando lo montas le transmites lo que sientes en ese momento”, señala. 

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