Gamero emociona en la Plaza Mérida (fotos)

Corta oreja en la tradicional corrida de rejones y brinda un gran espectáculo en el coso de Reforma; actúa un forcado yucateco.

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La Plaza de Toros Mérida tuvo un aforo de seis mil personas en la corrida de rejones de Año Nuevo. (José Acosta/SIPSE)
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Dahemont/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Como cada año, al despuntar el primer día del 2015, la vetusta plaza de toros Mérida, en la calle de Reforma, en la colonia García Ginerés, abrió sus puertas para hacer girar los torniquetes y albergar en los tendidos a más de 6 mil aficionados que gustan de las suertes de María Alba, el rejoneo; ver a los jinetes hacer toda clase de suertes con sus monturas, y a dos tercias de bureles de las ganaderías mexicanas del “Junco” y “Real de Solera”, tratando de hundir las cornamentas o tan solo derribar a sus burladores.

Destacaron las cinco maravillosas y emocionantes “pegas” ejecutadas por los “forcados”: Tonathiú Layson (cabo), Uriel Montes de Oca, Manuel Gil, Pablo Ibarra, Eugenio Notni, Maximiliano Morales, Bernardo Segura, Jorge Medina (yucateco quien fue el frente del primer toro); Luis Hernández, Daniel Segura, Edgar Ángeles, Juan de Dios Corona, Carlos Maceira y Agustín Medina (del equipo “Los Mexicanos”).

El segundo grupo, “Los Hidalguenses”, estuvo integrado por: Andrés del Villar, Horacio Martínez, Luis Ángel Pacheco, Aldo Castellanos, Heiner Tapia, Didier Tapia, Oscar Amador, Diego Amador, Josué Nava, Iván Nava, Enrique Mejía y Alberto López. 

Hubiera sido una tarde redonda, de no ser porque el último burel de la tarde, de nombre “Mir-Mir”, hizo chuza y revolcó a sus oponentes, quienes salieron policontundidos e incluso uno fue retirado de la arena directo a la enfermería.

El cartel lo integraron los jinetes: el de Edomex, Horacio Casas López; el potosino Gastón Santos Ward y el capitalino Emiliano Gamero.

"Año Nuevo", el primero de la tarde

Casas montó sobre “Flamenco” con el que abrió plaza; “Tapatío”, “Horasroid”, ambos tordos; “Moura” (castaño); “Atlantic” (tordillo rodado) y “Gitano” (Alazán). Se enfrentó al primero de la tarde de nombre “Año Nuevo”, con 515 kiolgramos en lomos y marcado con el número 392. Lo despachó al otro mundo con una ración de acero casi entera, trasera y perpendicular que hizo efecto rápido. Nada y se tomó la vuelta acompañado del forcado.

En su segundo burel, Horacio tuvo como enemigo a “Piñatero”, con 492 kilogramos de peso y marcado con el número 125. Lo jineteó a toro parado, colgó los garapullos dando giros sin embestidas y lo mató con media estocada trasera.

El pelirrubio potosino hizo cabriolas y lances acompañados de gritos para incitar al burel, aunque solo logró que ”Xilitla”, que así se llamó el segundo de la tarde, un negro zaino con 542 kilogramos y marcado con el número 15, de la ganadería de “Carranco”, al que le ejecutó lances montando a sus caballos de nombres: “Zaire” (castaño oscuro); “Urisamo” (tordillo); “Tenorio” y “Bladimir”, este último enjaezado con listones azul marino y blanco, con el que mató al carranqueño. Se tomó la vuelta devolviendo prendas.

Abucheos del respetable

El quinto de la tarde, de nombre “Llamazares”, un girón careto que le tumbó el estribo; Santos Jr. pasó apuros para meterlo a la pelea y lo despachó de feo bajonazo con expulsión del líquido bermejo y abucheos del respetable. Nada.

El que si sacó boleto, y hasta premio del Usía, fue Emiliano Gameros quien enfrentó en su primer turno (tercero de la tarde) a “Nohoch”, con 540 kilogramos de peso, marcado con el número 149 al que le tumbo un arete, gracias a sus correrías en la arena, giros con sus cabalgaduras y montar a “Davinchi”, una jaca muy vistosa de colores indefinidos; luego montó a “Quimera”, “Pasión”, “Casanova” y a “Silverio” de su primera cuadra. Mató sobre “Davinchi” y el público saco pañuelos pidiendo la oreja, que el Juez Ulises Zapata concedió a duras penas para salvar el pellejo.

El sexto de la tarde, como se mencionó arriba, fue “Mir-Mir”, con 490 kilogramos, montando a su segunda cuadra que se llamaron: “Quiereme Mucho”, “Leyenda”, “Casanova”, “Pasión”, y cerró con “Davinchi”. Al final no hubo suerte.

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