360Ball: El deporte con tenis, squash y ping pong

Su popularidad ha ido en aumento y logra atraer cada vez más personas.

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Fue creado a finales del siglo XX en la casa particular de los deportistas y hermanos Mark y John Collins como un juego familiar. (Foto: 360Ball)
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Un nuevo deporte comienza a acaparar la atención en España, con 10 pistas oficiales inauguradas por todo el país. Proveniente de Sudáfrica, el 360Ball aterrizó en el continente europeo en 2011 para extenderse entre los amantes de los deportes de raqueta. Desde que atravesó los Pirineos para llegar aquí en el 2013, su popularidad ha ido en aumento y logra atraer cada vez más personas.

A través de información publoicada en el portal de noticia El Mundo, se dio a conocer que "Si le buscas parecidos a otros deportes (tenis, squash, ping pong...), se los encuentras. Pero [el 360Ball] se diferencia a todos. Es un deporte único", afirma su máximo representante en España, Javier de la Chica.

El número de jugadores puede variar en los partidos, pudiendo ser en parejas (dos contra dos) o individual. Se trata de uno de los pocos deportes igualitarios donde no existen campeonatos diferenciados entre masculino y femenino, al poderse realizar partidos mixtos en el que chicos y chicas compiten juntos.

Los jugadores, con una raqueta ligera, golpean una pelota de foam para hacerla botar en un disco de superficie cóncava, que se encuentra en medio de una pista circular por donde rotan los jugadores. La forma de esta pista, de cancha compartida, es una de las grandes singularidades por la que se diferencia respecto a cualquier otro deporte de raqueta. Está conformado por un espacio pequeño, que puede estar cerrado por una pared de policarbonato o por una red, zona donde la pelota puede rebotar; o bien, encontrarse abierto.

De esta manera, cada equipo debe tocar la pelota por norma dos veces. Tratándose por parejas, el juego consiste en que el primer jugador que golpea debe pasar la pelota a su compañero para que remate contra el disco central y que ésta termine en el suelo, sin dar opción a que el equipo contrario llegue a defender y devuelva el golpe. En los partidos individuales el tiempo varía, al reducirse los 60 minutos que abarca un torneo de parejas a unos 20 minutos. Sea el partido de una forma u otra, el único objetivo que hay que lograr para poder salir triunfante es lanzar la pelota lejos del contrincante.

Los puntos obtenidos, al conseguir que la pelota golpee el suelo tras rebotar en el disco, se van sumando de uno en uno hasta llegar a un máximo de 21 con diferencia de dos, de esta manera se logra ganar el set. El equipo que consiga 3 o 5 sets, según el tipo de torneo que se juegue, logra la victoria.

El hecho de que sus jugadores estén pendientes de la pelota y a la vez de su contrincante hace que desarrollen la visión, frente a la musculatura o la velocidad que son capacidades más necesarias en otro tipo de deporte. "Por sus características circulares, ejercitas mucho la visión periférica, el movimiento continuo del ojo en un plano horizontal", explica Javier.

El 360Ball fue creado a finales del siglo XX en la casa particular de los deportistas y hermanos Mark y John Collins como un juego familiar. Fue evolucionando desde ese momento, en el que se usaba una tabla de madera como disco; hasta la primera competición oficial en la ciudad sudafricana de Knysna, en abril del 2010. Desde la que fue su "puesta de largo" en Múnich, donde fue premiado como "Deporte más innovador", se han organizado dos torneos internacionales: uno en Alemania y otro en España, en el 2014. Ahora, con pistas inauguradas en Bélgica, Alemania, Holanda, España y Francia; se prevé la posible celebración de un tercero en Holanda, para este año.

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