Viajan a España para ver el River-Boca sin transgredir su religión

Es un grupo de judíos ortodoxos que por respeto al Shabat no podían ver el encuentro desde Argentina.

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Un grupo de 35 hinchas de Boca viajaron de Argentina a España para ver, sin transgredir sus religión, el partido de ida de la fina de la Copa Libertadores. (La Nación)
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Agencia
BUENOS AIRES, Arg.- ¿Puede la pasión por los colores de un equipo desafiar una religión? ¿Puede un partido de fútbol estirar hasta el límite las reglas, al punto de cometer una locura por el solo hecho de no transgredir una ley sagrada? Sí, pueden.

Jonatan tiene 30 años. Es judío ortodoxo y fanático de Boca Juniors. Socio y abonado desde hace años. No se pierde ningún partido en la Bombonera. Sin embargo, los sábados su religión le impide, entre otras cosas, ir a la cancha. En su familia el Shabat se respeta. Esos días, el templo xeneize no es visitado, informa el periódico La Nación, en su portal web.

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No solo eso. Los sábados, los observantes (un 30 por ciento de la comunidad judía) tampoco pueden trabajar, ni tocar dinero, ni manejar un auto, encender luces, ni utilizar celulares, ni ver televisión, entre otras cuestiones. El Shabat, que comienza cada viernes con la puesta del sol y culmina al día siguiente con la salida de la primera estrella, es una jornada de descanso. De introspección. De compartir momentos con la familia y con uno mismo.

Pero este sábado, y el próximo 24, se produce un hecho único. Acaso irrepetible. La final de la Copa Libertadores la definen Boca y River.  Y la pasión futbolera provoca locuras impensadas con tal de no transgedir las leyes del Shabat, y a la vez no perderse la Superfinal de América.

Alguien propuso viajar a España y ver el partido allá. En Barcelona, el Boca-River arranca a las 9 de la noche y el Shabat ya culminó. Parecía una locura, pero se engancharon 35.

Ramón, socio de Boca

 "Cuando Boca juega de local los sábados no vamos al estadio porque respetamos nuestra religión. Pero apenas se definió que las finales se jugaban el 10 y el 24 empezamos a preguntarnos cómo hacer para ver este partido histórico”

"Cuando Boca juega de local los sábados no vamos al estadio porque respetamos nuestra religión. Pero apenas se definió que las finales se jugaban el 10 y el 24 nos empezamos a preguntarnos a través de nuestros grupos de Whatsapp cómo hacer para ver este partido histórico", cuenta Ramón.

Y explica lo inexplicable: "Alguien propuso viajar a España y ver el partido allá. Con la diferencia horaria, en Barcelona el Boca-River arranca a las 9 de la noche y el Shabat ya culminó, porque entonces ya salió la primera estrella. Parecía un delirio, pero se prendieron muchos. En total son 35 personas las que salieron este jueves de Ezeiza. Llegan a la madrugada española del viernes, pasan el Shabat allá, ven el partido y se vuelven".

Ramón finalmente decidió no viajar. Todavía no definió si verá el partido desde la esquina de un bar, a través de una ventana, o si alquila con otro grupo de amigos una habitación en un hotel, en donde dejarán la televisión prendida desde el viernes. "Aunque vamos a tratar de no verlo", exclama. También pensó en ir caminando desde su casa hasta el estadio, para no tocar dinero ni utilizar el transporte público. Pero prefiere evitarlo.

En el grupo que viaja a Barcelona hay amigos, primos y tíos. Buena parte está vinculada a la industria textil. David deja en claro: "Nunca hicimos algo así. Pero tampoco se había dado algo como este partido".

El viaje sólo se hará para la ida. No tienen previsto volver a volar a Europa para el desquite del 24. En parte por cuestiones económicas, y porque también entonces prefieren estar en Buenos Aires, en caso de que se dé una victoria xeneize.

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