Agencias
MÉXICO, D.F.- Manuel Lapuente es uno de los más veteranos y laureados directores técnicos del balompié mexicano. Pero desde hace algunos años, Manolo no figura en el podio de los estrategas con títulos recientes obtenidos; sin embargo, tiene claros sus objetivos profesionales.

El timonel que inmortalizó la boina en el banquillo espera salvar del descenso a su adorado Puebla para, no solo brindarle alegría a su afición, sino también devolverle la satisfacción de un campeonato.

Con la mira puesta únicamente en resultados positivos, el estratega confiesa que son pocos los colegas que gustan e imitan su estilo desde la banca, la llamada escuela lapuentista. Tampoco le preocupa tener agremiados que sigan sus teorías ideológicas sobre el futbol. Lapuente anhela, a como dé lugar, devolver el maltrecho prestigio a uno de los clubes con mayor tradición y abolengo en México, por eso volvió a Puebla, para alzar otro título de Liga.

Manolo, en la actualidad vive su cuarta etapa al frente de Puebla, ¿el compromiso es ahora mayor por alcanzar metas que en lo anterior no se consiguieron?

En este momento no puedo pensar en otra cosa que no sea salvar al equipo del descenso, estamos muy cerca de los lugares de la quema, no podemos darnos el lujo de pensar en calificar a la Liguilla, en ser campeones, en la Copa de Campeones de la Concacaf, en la Libertadores; vamos partido a partido y cada tres puntos que ganemos son valiosísimos para nosotros, pero claro que me gustaría refrendar lo bueno que se hizo en las anteriores etapas.

Pero, ¿aún tiene esa obsesión por la consecución de un título?

Toda obsesión es mala, y más en un deporte como el futbol, pero todavía, como cualquier entrenador, ya sea novato o muy experimentado, tengo esa ansiedad por conseguir campeonatos, por llevar a mi equipo a lo más

"Tengo los pies en la tierra y sé para qué está diseñado mi equipo"

alto, pero la realidad del Puebla, en este momento, no me permite pensar en otra cosa que no sea evadir el descenso. Reconozco que quiero un campeonato con este equipo, y por ello trabajo todos los días.

¿Hay respaldo por parte de la directiva hacia su proyecto?

Conozco al plantel, a la directiva, a la afición, tengo los pies en la tierra y sé para qué está diseñado mi equipo, pero eso no me quita ni hace menos mi ilusión por traerle otro título al Puebla; mi proyecto aquí es a largo plazo, así lo delimitó la directiva, así lo estipula mi contrato.

Con el voto de confianza de los dirigentes y con un proyecto a largo plazo, solo faltaría paciencia en la afición para que los buenos resultados lleguen a La Franja…

Por eso es tan interesante e importante mi nueva estadía en el Puebla. Regresé para conseguir lo que no se logró antes.

Volví para llevar al Puebla a otra Final, para salvarlo del descenso, ese es mi compromiso.

Hábleme del llamado lapuentismo… ¿existe?

No sé si exista. Pero a mí no me preocupa el que colegas quieran seguir mis pasos, a mí me importa mi equipo y brindarle los mejores resultados a la gente que confío en mí para llevar a buen puerto la encomienda que implica estar al frente de Puebla. No hay tampoco ninguna rivalidad con nadie. En el medio futbolístico tengo pocos amigos, pero a muchos conocidos, ninguno es mi discípulo.