Félix Zapata/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- El yucateco José Lino Montes Góngora entrena en Yucatán mientras espera el resultado que emita la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas respecto a la plaza que dé un pasaporte a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Instalado en el Multigimnasio del Complejo Deportivo Kukulcán, el tekaxeño habló sobre ese proceso y de su destino en la disciplina.

El pequeño “acorazado” de las pesas eludió la pregunta del reportero sobre si se veía en las Olimpiadas. Reconoció que no regresó a tiempo (a sus entrenamientos) y que de haber tenido un entrenador hubiera hecho un mejor preolímpico.

“En este momento no puedo respondértela”, comentó al cuestionamiento sobre si conseguiría la plaza olímpica.

Señaló que la decisión la deja en manos de Dios y de la Federación. “La decisión que se tome, sea cual sea, adelante, al final de cuentas se va representar el país”, dijo.

Con la sonrisa en el rostro, Lino comentó que la acatará. “Río no es el final, en Río no se acaba. Hay Lino para rato”.

Actualmente el pesista está enfocado en el Mundial que se llevará a cabo aquí en noviembre, seguido del mundial de mayores, los panamericanos y los centroamericanos.

“Para mí Río no es el final de la historia. Si no me tocó ahora, lo haré en otra ocasión y voy a subir con mucha dignidad y mejor preparación”, señaló.

En la entrevista Lino no estaba solo. Junto a él se encontraba el productor y director Alejandro Piña, quien lleva a cabo el rodaje del documental El hombre más fuerte de México, el cual contempla plasmar la vida del pesista yucateco, que sigue en espera de la resolución de su Federación para conocer el destino de la plaza olímpica.

“Han pasado tantas cosas en mi vida, cosas buenas, malas, alegres, pero lo más importante aquí es dejar algo”, dijo sobre la filmación sobre su vida.

Dijo que esta idea es buena, pues se deja plasmada la vida deportiva. “Que los demás atletas del futuro que quieran practicar este deporte vean que para poder llegar a ser más de lo que son en su vida no hay obstáculos. Mucha gente lo toma de mala manera, pero son para aprender, para ser algo en la vida”, indicó.

Agregó que él ha llegado hasta donde está luego de muchos sacrificios.

“A veces solo, a veces con apoyo, al final de cuentas no dejo de luchar y hoy estoy aquí y de regreso. Estoy entrenando, agradezco por los apoyos que tuve, si no, hubiera enterrado a Lino Montes, un niño que salió de una comisaría, pero agradezco a la gente que creyó en mí”.