Eugenio Derbez, no le debe su éxito al cine mexicano

Aseguran que, Cómo ser un Latin Lover, no tiene visión ni nada que se le parezca a México.

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El 'escándalo' inició cuando el Canacine utilizó la cinta para 'promocionar' lo que se logra con el TLCAN. (Foto: Contexto/Internet).
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- “Se ha creado una polémica alrededor de si Cómo ser un latin lover, la última película de Eugenio Derbez, que vendió 10 millones de boletos en taquilla en el país, es mexicana o estadounidense.

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Además de que no compartimos la visión que tiene esa película sobre los mexicanos y los latinoamericanos, la película fue producida por compañías con capital de Estados Unidos; independientemente de que algunos de sus actores son mexicanos, la película es de nacionalidad estadounidense”, señala a El Economista la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, AC (AMACC). 

La AMACC asegura que “es muy grave e inaceptable que la Canacine esté utilizando esta película estadounidense para ponderar las virtudes y beneficios que el TLCAN ha traído a la industria cinematográfica mexicana, tanto en la producción como en la distribución y la exhibición.

Cabe decir que, en esencia, las películas producidas por mexicanos, con dinero mexicano, con talento y técnicos de México, salen al mercado a competir en condiciones de absoluta desigualdad frente al producto de Estados Unidos: las películas estadounidenses llegan al mercado con millones de dólares de costo de producción y otro tanto en publicidad, en contraste con el producto nacional, que es 100 veces más barato, pero con boletos en taquilla al mismo precio.

Esto sin duda ha beneficiado al sector de la exhibición, que, dicho sea de paso, se queda con 60% del ingreso bruto en taquilla de las películas nacionales, mientras que al producto estadounidense sólo le deduce entre 50 y 55 por ciento. Esto se llama trato desigual y discriminatorio”.

Explican que “es lógico que la Canacine, que ha hecho de su razón de existir sólo la defensa irrestricta de los exhibidores, Cinemex y Cinépolis, y de los distribuidores estadounidenses —Universal Pictures & Warner Bros, Columbia, Walt Disney— abogue porque las cosas, en relación con el TLCAN, permanezcan como están”.

La política de subordinación de esa Cámara a los intereses de exhibidores y distribuidoras de EU es lesiva a la producción nacional, que tiene que enfrentarla al mismo tiempo que a los exhibidores y distribuidores estadounidenses.

La revisión del TLCAN en cuanto al cine y al audiovisual pasa, primeramente, por exigir la reserva de ese sector frente al Tratado, como lo hacen EU y Canadá. Una vez creada esa reserva, que nos pondrá en igualdad de circunstancias, estaremos en condiciones de abordar los puntos que los estadounidenses quieren renegociar”.

Este año, la AMACC cumplió 70 años y es la única instancia reconocida para postular películas que representen a México en los Premios Óscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera y en el Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana. Además, entrega el Premio Ariel y organiza distintas actividades alrededor del cine mexicano.

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