Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La maestra Susana Aranda Bargas celebra el octavo aniversario de su proyecto formativo, que combinan el ballet con la gimnasia rítmica para que las niñas y adolescentes crezcan como exponentes de ambas y además, logren un aumento en su autoestima. En la actualidad cuenta con 32 medallistas de nivel local, nacional e internacional.

La institución “Talentos by Sus” (TBS), fue creada por la joven bailarina para lograr vínculos entre los cuidados físicos y emocionales de los alumnos, con el fin de convertirse en un lugar donde la danza es una oportunidad para desarrollar su creatividad, seguridad y adquirir independencia.

“TBS es única en su género, preparamos nuestras clases como una receta secreta, tenemos un equipo multidisciplinario de maestros y trabajamos en conjunto para  extraer  la esencia de cada disciplina: ballet, jazz y gimnasia rítmica. Así creamos una técnica nueva y única que fusiona lo artístico del ballet, el estilo y variedad del jazz con los elementos deportivos de la gimnasia rítmica, logrando así que el alumno obtenga una enseñanza integral de la danza y mejores resultados en su desarrollo físico y mental”, explicó la maestra “Sus”.

Actualmente este centro educativo dancístico cuenta con más de 100 alumnas, 15 de ellas cuentan con el nivel profesional. Los estudiantes además, forman parte de la compañía de la academia, la cual significa una plataforma de expresión y proyección para  jóvenes talentos que ya completaron su información como ejecutantes de una disciplina.

“Aunque el propósito principal es el bienestar de las niñas consigo mismas, por encima de la enseñanza de la técnica y formación de campeones, no obstante, TBS cuenta con un equipo de 32 medallistas de nivel estatal, nacional, e incluidas 5 de nivel Internacional”, precisó.

Susana Aranda, destacó que a pesar de las herramientas valiosas que le aporta la escuela, la carrera profesional apenas comienza, porque la danza es un arte que se actualiza y no se debe dejar de practicar. 

“Como disciplina es muy rigurosa, como carrera es muy compleja ya que implica el conocimiento total y control del cuerpo, conlleva mucho trabajo disciplina y constancia para que cuando uno se pare en el escenario, el cuerpo sepa qué hacer, para que uno pueda concentrarse en desarrollar y disfrutar el personaje”.