Fumaba y fumaba para ahuyentar mis nervios: Anne Hathaway
La actriz confesó que lo que hizo antes de ganar el Oscar dañó mucho su salud.
Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras popularizarse el desafío #10yearschallenge varias personalidades del a farándula compartieron sus fotos comparativas, pero la actriz estadounidense Anne Hathaway, de 36 años, fue más allá.
La protagonista de “El Diablo viste a la moda” eligió un montaje con dos fotos suyas, una actual y otra de hace diez años, en la que se la ve notablemente más delgada. Y acompañó a la imagen con el siguiente texto: "Yo, en 2009, tratando de no hacer nada mal, y yo hoy, haciendo lo que me hace sentir bien", publica el periódico La Nación.
En diálogo con la revista People, la ganadora de un Óscar por su papel en Los Miserables habló sobre cómo cambió su vida durante este período y de su dura batalla contra la ansiedad y los trastornos alimenticios.
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Ante la pregunta del director del medio, Jess Cagle, sobre qué hechos habrían tenido lugar entre esas dos imágenes suyas, la actriz reveló que, a pesar del éxito recabado a lo largo de su carrera, la han asediado "sentimientos de insuficiencia, inseguridad, nerviosismo y ansiedad".
"Me recuerdo hace 10 años con mucho miedo. Creía que las estrellas de cine tenían que tener un cuerpo en concreto. Solo fumaba y fumaba para ahuyentar mis nervios y estuve sin probar bocado durante toda una Navidad", contó la actriz.
Para interpretar a Fantine en el clásico musical, Anne no solo tuvo que raparse sino que decidió también adelgazar muchos kilos de golpe para dar más credibilidad a su personaje. Todo encajaría dentro de los quehaceres normales que habitualmente afrontan los actores, salvo por el hecho de que esa abrupta pérdida de peso tuvo sus consecuencias.
Hathaway no pidió ayuda a ningún nutricionista para que supervisara el radical cambio físico y, según acaba de reconocer, aquello le dejó secuelas que aun padece.
"Hice todo mal durante mucho tiempo. No sabía nada sobre nutrición y machaqué mi cuerpo, aunque fue mi cerebro el que se llevó la peor parte. Me sentí muy ansiosa y perdida durante mucho tiempo", reconoció.
"Me ha costado entender que aquella pérdida de peso no fue algo positivo a largo plazo para mi salud. De hecho, me ha costado mucho tiempo volver a sentirme sana", agregó la actriz.
"Cuando rodamos aquella película acababa de cumplir 30 años. Me acababa de casar. En teoría debería estar feliz, pero la ansiedad y la depresión me lo impedían. Digamos que no me sentía muy cómoda porque no sabía quién era. Y que te pase eso justo cuando más expuesta a los medios estás, no es algo agradable", se lamenta.
Años después, en 2016, la estrella de Hollywood había dado más detalles de cómo se sintió al ganar el Oscar. "Prácticamente, perdí la cabeza haciendo esa película", había dicho.
Sin embargo, hoy reconoce que se siente "más segura y recuperada". "Ojalá me hubiera sentido así entonces, pero bueno, no puedo cambiar mi pasado", matizó.