Antonio Banderas, ejemplo de humildad y profesionalismo

El actor español, quien recibiera el Goya de honor en febrero, aseguró en Madrid que el trabajo a lo largo de su carrera ha sido muy duro.

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Antonio Banderas tiene pendiente de estreno la comedia infantil Bob Esponja, a la que presta su voz. (Reuters)
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Agencias
MADRID, España.- Antonio Banderas repasó este viernes en Madrid su carrera con motivo del Goya de honor que recibirá el 8 de febrero, pero sus declaraciones han sido una clase magistral de humildad y profesionalismo, dos características que han marcado la exitosa trayectoria de este actor español, que fue uno de los primeros en abrirse paso en Hollyowood.

Sin falsa modestia y agradeciendo en todo momento el honor y el privilegio de este premio, Banderas cree que la Academia del Cine Español quizás haya hecho una valoración por volumen de trabajo, ya que en los próximos años probablemente tocará el techo de las 100 películas desarrolladas en España, pero sobre todo en Hollywood, según publica DPA.

“En mi carrera yo las valoraciones prefiero dejarlas a los demás. Sé que en un momento determinado he asumido riesgos, riesgos profundos. Venirme a Madrid desde mi Málaga natal a principio de los años 80 supuso un riesgo importante; también el marcharme a Estados Unidos cuando no había una tradición clara”, aunque había actores que ya habían trabajado anteriormente pero no se habían instalado en esa cinematografía, recordó.

De alguna forma siente que abrió una puerta y recuerda que en los años 70 se escuchaba en España la cantinela de que todo lo que venía de fuera era mejor que lo que había en el país.

“Romper cierto complejo de inferioridad con el que salimos de la dictadura se fue produciendo en muchos campos. Quizás esa ida a Hollywood abre las puertas a pensar que podemos competir con los más grandes, como se ha hecho también en los deportes, en los negocios, en muchísimos campos de la sociedad española”, explicó.

“Probablemente yo haya puesto ahí mi granito de arena. Creo que es una de las aportaciones que un momento determinado puedo haber hecho a la cinematografía, el haber roto esa barrera que en un momento parecía imposible”, sostuvo el actor, que lucía la espesa barba con la que ha interpretado en la película Altamira al arqueólogo que descubrió en el norte de España la cueva homónima con pinturas rupestres y que ha rodado a las órdenes de Hugh Hudson, el director de la oscarizada Carros de fuego.

De España, al mundo

Tras trabajar con directores estrella de Hollwyood como Brian de Palma, Alan Parker, Martin Campbell o Jonathan Demme, así como outsiders como su amigo Robert Rodriguez o Woody Allen, Banderas considera que el premio es una recompensa y también un estímulo para continuar.

En el futuro inmediato tiene pendiente de estreno la comedia infantil Bob Esponja, a la que presta su voz; el drama Los 33, sobre el rescate de los mineros chilenos, y Knight of Cups, la película de Terrence Malik que definió como una experiencia de las más insólitas que ha vivido, pues — según relató— recibió un monólogo de nueve páginas que rodó en varias locaciones e improvisó muchísimo. “No había trabajado así en la vida”.

No piensa abandonar el cine estadunidense, pero sí enfocará más su carrera en España y lo hará sobre todo centrado en la producción y en la dirección, a pesar de la decepción que sufrió al ver fracasar en taquilla la película de animación que impulsó Justin el caballero valiente.

“Nunca pensé que meterme en la producción iba a ser un camino de rosas. Nada en mi vida, si quieres que te diga la verdad, lo ha sido. Ha sido un trabajo de hormiguita, un trabajo muy duro a veces. A veces me he sentido muy, muy solo, pero sigo apostando. Me he rascado directamente el bolsillo apostando por un grupo de chavales en Granada en medio de una crisis terrible pero hemos mantenido a 150 personas trabajando en lo audiovisual.”

“Después la película no cuajó, no encontró su público. Pero eso a mí no me quita el orgullo de haberlo intentado”, aseguró el actor, quien recordó un refrán inglés que a él le gusta mucho: “No guts, no glory”, que tradujo por: “si no hay agallas, no hay gloria”.

La idea es seguir adelante, insistió Banderas, que de nuevo asumió un riesgo importante produciendo en España una película de ciencia ficción, Autómata, que se estrenó en el Festival de Cine de San Sebastián.

En los próximos años se ve viviendo entre Nueva York, Madrid y Málaga. Tras 35 años de oficio, 93 películas y muchos más proyectos, Banderas está convencido de que su vida está en los sets.

Y no puede evitar, al echar la vista atrás, dejar de insistir en la vida privilegiada que ha tenido desde que soñó en convertirse en un actor profesional.

Ello le dio el placer de rodar con personas como Fernando Fernán Gómez, José Luiz López Vázquez y Agustín González, “gente que ha sido grandes búfalos del cine español”, aseguró el actor, quien tras despuntar con las películas de Almodóvar se decidió a cruzar el charco hasta Hollywood.

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