Cancún se queda sin el embrujo de Mago de Oz

El concierto fue cancelado por “fallas técnicas”, informaron a los fans.

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Los seguidores de los españoles expresaron su molestia al saber que ya no podrían corear las famosas canciones del grupo. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- De nada sirvió el hechizo, pócima y brujería para que el grupo español, Mago de Oz, pudiera cumplirle a cientos de fans cancunenses que esperaron ayer, más de cuatro horas afuera de la Plaza de Toros de Cancún.

Sentimientos encontrados tuvieron los que esperaban con entusiasmo cantar con su grupo favorito el repertorio de sus canciones, además de conocer al nuevo vocalista de la banda. Los fans se quedaron con las ganas de corear con ellos e iluminar la plaza con las varitas fosforescentes que en un principio habían repartido. 

Cientos de fans habían llegado desde las 15 horas para formarse, por aquello de ser de los primeros en entrar, sin embargo, conforme pasaron las horas comenzaron a sentarse en el pavimento esperando a que anunciaran el momento de la entrada para regocijarse con la música de folk rock y folk metal del grupo. 

La primera versión que se distribuyó como el agua fue que los integrantes del grupo habían discutido en Mérida, y por ello sólo la mitad había llegado a la plaza. 

Pasaban de las 21 horas cuando Mónica Tapia Alonso, de producciones Skolov, llegó de forma imprevista sin dar la cara a los medios. 

La policía comenzó a distribuirse alrededor de la Plaza de Toros sin que se anunciara nada. Hubo quienes comenzaron a corear “huleros”, y a cantar temas del Tri y de Café Tacuba, olvidándose de la magia y del encanto de la banda de rock española.

A las 21:30 horas finalmente mandaron al director de seguridad de R.B.A. Espectáculos, Graciel Rodríguez, para que diera la cara a los medios, informando que por “fallas técnicas”, el grupo cancelaba el concierto, y que el miércoles ocho de mayo, a partir de las 10 horas, comenzarían las devoluciones de los boletos.

También para los vendedores ambulantes de souvenirs no fue una gran noche. Al principio recorrían la gran fila vendiendo sus playeras, tazas, dijes, gorros de mago y del sombrerero loco. Esperaban que después del concierto las ventas mejoraran y la cancelación les hizo dar un trago amargo. 

Enojados, los vendedores ofrecían sus prendas: “Llévese la taza con el nombre de los huleros del grupo que cancelaron el concierto”, gritaba Cristian Cortés Trujillo, quien había viajado con dos amigos más desde la Ciudad de México para vender sus prendas en el concierto. La respuesta de los fans era de aprobación, pues se irían decepcionados del concierto fallido. 

En punto de las 22:20 horas, personal de Seguridad Pública y Tránsito comenzó a abrir la circulación de la avenida Bonampak. Sólo quedaron menos de 50 personas dispersas, alrededor de la Plaza de Toros, sin algún plan alterno para disuadir el enojo.

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