Miguel Cane/ Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- Debutó en cine hace años y, desde entonces, Chris Evans (Sudbury, Massachusetts, 1981) se ha ido forjando un lugar en el cine como estrella. Posee una característica que pocos actores logran demostrar y que a veces no tiene nada que ver con su talento histriónico, sino con su presencia y la manera de llenar una pantalla: irradia carisma.

Lejos de los reflectores, Evans es modesto y elocuente, lo que le ha permitido llevar una vida relativamente tranquila al margen de los papeles que ha tenido en cine, siendo el más relevante hasta ahora el Capitán América, superhéroe de Marvel Comics, mismo que encarna en su tercera entrega Civil War, filme donde figura buena parte del universo cinematográfico Marvel y que se estrena internacionalmente esta semana.

¿Alguna vez pensaste que ibas a interpretar a un superhéroe tan emblemático en el cine?

La verdad es que yo no era un niño emocionado con los superhéroes, y tampoco leía muchos cómics. Sin embargo, cuando me ofrecieron mi primer papel en una película basada en un cómic (Los cuatro fantásticos, de 2004, en la que fue Johnny Storm, la Antorcha humana), descubrí un mundo completamente nuevo, y algo de lo que más admiro es la lealtad de los fans de las sagas. Hacer una película como ésta es un gran compromiso, sobre todo porque te encuentras que hay una mitología previa y que mucha gente sabe más acerca de tu personaje de lo que tú mismo imaginabas. Por un lado, eso impacta, pero por otro es maravilloso ver esta devoción que el público le tiene a un superhéroe como el Capitán.

Sin embargo, tampoco es fácil interpretarlo… ¿es una responsabilidad muy grande?

Bueno, la verdad es que al principio tuve algunas dudas de aceptar hacer el personaje del Capitán América. Pensé que el compromiso, como te decía, tan grande, de interpretar a este personaje implicaba hacer cambios drásticos en mi estilo de vida, cambios que, francamente, no estaba seguro de querer hacer. Por eso tomé la decisión de decir “no, gracias”, y abandonar la posibilidad de protagonizar la película. Luego de un tiempo, me reuní con los creadores y ellos me explicaron lo que tenía que hacer y me convencieron. Yo pensé: “Si fuera tan solo una película sería maravilloso, pero 10 años de compromiso son demasiados”. Meditando sobre lo mismo, me dije: “Bueno, Chris, quizá este sea el momento de enfrentar tus miedos”. Y acepté, porque tenía que enfrentar todos mis temores y hacer esto.

¿Qué tipo de cambios o sacrificios ha implicado ser el Capitán América?

Entre ellos, no poder hacer cosas de todos los días como ir al gimnasio, al súper o a caminar por la calle sin llamar la atención de una forma que a veces no puedes controlar. Mi vida hasta ese momento había sido muy tranquila: he podido permanecer anónimo durante un tiempo y reconocible en otro, cuando era necesario, y ya sé la diferencia entre ambos mundos, por así decirlo. Para mí es importante hacer mi trabajo y no sentirme agobiado por eso. No me importa cuando un niño de 12 años se me acerca y lo hago feliz, porque esa es una de las recompensas de mi trabajo. Pero cuando me case y tenga hijos, por ejemplo, quisiera tener algo privacidad y tiempo para mí.

¿Extrañas el anonimato?

Sería un mentiroso si te dijera que no disfruto de este momento en mi vida y en mi carrera; aunque también echo de menos un poco esos días en los que no era tan conocido. Acepté hacer este personaje y estoy muy contento con el éxito que ha tenido; aunque ser Capitán América no es todo lo que hago; tengo muchos otros proyectos y voy a concretarlos. Sería un gran egoísmo si me quejara. No me va mal y eso me alegra, ¡y me asombra!

¿Cómo describirías a tu personaje en este punto de la saga Marvel?

Creo que el Capitán es un personaje maravilloso. Desde su origen ha demostrado una gran nobleza, valentía, sentido del deber y del patriotismo. No puedo decir mucho, para no arruinar la experiencia del espectador que vaya a ver Civil War, pero verán a un Capitán muy diferente. Hay una confrontación con cierto sector de los héroes que son sus colegas y esta división obedece a una razón muy importante; sin embargo, no es gratuito lo que vemos en pantalla, está bien escrito y bien planteado, y trabajar con compañeros como son Scarlett Johansson, Robert Downey Jr. y Sebastian Stan, es siempre una ocasión para regocijarse: son tremendamente generosos.

¿Cómo experimentas el estilo Marvel de hacer películas, que son tantas y a veces, simultáneas?

Bueno, antes las películas las hacíamos una por una. Te contrataban para hacer una película, la filmabas y luego te dedicabas a ver cuál sería tu próximo proyecto. Ahora es diferente, pues tu tiempo está completamente cronometrado por la cantidad de contratos que tienes, y si quieres hacer una película que te atrae, algo independiente o pequeño, ésta tiene que adaptarse a tu complicado horario o puedes correr el riesgo de que elijan a otra persona que se adapte mejor a las necesidades de la misma. Es como si estuvieras sin control, lo cual es un poco aterrador cuando se presentan planes en tu vida personal, como tomarte unas simples vacaciones, por ejemplo. Pero al mismo tiempo es fascinante, porque aprendes muchísimo. Y no todo es estar trabajando en un set; también implica una preparación física y tiempo para estudiar a tu personaje. ¡Nunca había leído tantos cómics como lo he hecho en los últimos cuatro años! (risas).

¿Cómo es tu vida cuando no eres el Capitán América?

Como te decía, tengo muchos planes que me interesan y hay proyectos independientes que quizá no hubiera podido sacar adelante si no tuviera el respaldo de estas películas. Eso es algo muy bueno, pues ahora puedo garantizar que ciertos proyectos de mi interés puedan realizarse. Es fácil hablar de lo negativo porque es lo que molesta, pero debo admitir las maravillosas posibilidades que te abre un personaje así. Mi vida podría ser mucho más complicada y difícil. Podría estar trabajando en otra cosa que no me gustara, pero no es así. Además, tengo que reconocer que algunas de las películas que había hecho hasta ahora no habían sido tan interesantes, y otras sí, aunque no encontraran su público. Es algo que pasa mucho. Lo importante es hacer lo que te apasiona. Y algo que tengo que agradecerle al Capitán América es que para mí ha sido la puerta para explorar nuevas posibilidades y eso es una gran fortuna para cualquier actor.