Iván Castañeda/Milenio
MÉXICO, D.F- Aunque tienen una carrera consolidada en cada uno de sus rubros, personajes como Emmanuel del Real, el yucateco Aleks Syntek, Natalia Lafourcade y Antonio Sánchez han crecido profesionalmente después de haber hecho música por encargo.

Los músicos consideraron que la inmersión en películas, como su principal plataforma de creación, les ha permitido explorar otros sonidos a partir de trabajar en conjunto con directores de cine.

“Es un gran aprendizaje porque estaba acostumbrado a hacer una canción sin pensar a quién le tenía que agradar. Pero aquí es al revés, porque estás trabajando para un proyecto en específico, y las decisiones se toman por alguien más que conduce ese proyecto, en este caso el director”, dijo Meme, de Café Tacvba, quien a partir de que compuso el tema “No puedo parar”, de la película de Ernesto Contreras, titulada Las oscuras primaveras, decidió iniciar como solista.

También Aleks Syntek, que ha hecho canciones para las cintas Sexo pudor y lágrimas, Cantinflas y más recientemente El Americano, consideró que involucrarse en estos trabajos lo ayuda a sobrevivir a la industria musical, pues lo vuelven un “músico impredecible”. 

“Ser músico de encargo lo he hecho desde muy chico, porque empecé haciendo música para jingles y durante mi carrera siempre que me han invitado a esos proyectos alternos y he aceptado porque me fascinan y porque me complementan. 

“Yo no me restrinjo a hacer puro pop. Ser ecléctico me viene muy bien porque la gente sabe que soy un músico impredecible”, expresó Syntek, quien en breve presentará la música que adaptó para el musical El Rey León. 

Otras experiencias

En la misma línea, Natalia Lafourcade recordó que  “Amarte duele”, de la película homónima de Fernando Sariñana y “Un pato”, para la cinta Temporada de patos, fueron un trampolín para su trayectoria artística.  

“Esas canciones fueron muy importantes para mí porque llegué a un mayor número de público y muchas personas siguieron mi carrera a partir de alguna de esas películas”, expresó. 

La manera en que los músicos se inmiscuyen en la pantalla grande no es solo en la realización de sountracks, sino también en la banda sonora, como fue el caso del baterista Antonio Sánchez, quien después de participar en Birdman busca hacer presentaciones en solitario. 

“Gracias a la película quiero que la gente conozca más mi trabajo… No solo soy baterista, soy compositor. Este año sale mi quinto disco solista con música original”, mencionó Sánchez,  nominado a los BAFTA y los Globos de Oro.